Marca.

Adiós.

**Nota: canción de la portada tiene mucho que ver con el final, así que sería bueno que la escuchen o mejor dicho lean la letra ya que con ella estarán escuchando al propio Song Cain**

- El lugar está un tanto bullicioso, si no te gusta nos vamos.

- No.- Lei negó mientras sonreía.- Para mí está bien.

- ¿Seguro?

- Si...- Asintió con emoción.- De hecho siempre vine a lugares como estos con Zhan, muchas veces me traía cuando salía a divertirse con Ca...- Hizo una pausa y bajo la mirada.

- Bien...- Kenta sostuvo su mano con firmeza.- Hoy te toca divertirte conmigo.

- Esta bien.- Lei volvió a sonreir.

- Nos sentaremos en un lugar apartado así nadie nos molestará.

- ¿Vienes seguido a este lugar?.- Sostenía la mano de Kenta mientras esté lo guiaba.

- Solo vengo con el equipo, cuando Yibo gana alguna carrera.

- ¿Tu también eres corredor?

- Me gustan las motos.- Sonrió.- Pero no soy corredor, solo soy el apoyo de Yibo en el equipo, nada importante.

- Si es importante...- Lei se quedó viéndolo.- Tener a alguien que te apoye es algo importante y grandioso.

- Entonces...- Se detuvo frente a Lei aún sosteniendo su mano.- ¿Te gustaría que sea tu apoyo?.- Sonrió.

- ¿Podrías?.- Lo vio a los ojos.

- Si es lo que quieres.- Sonrió con suavidad y luego se giró.- Ya estamos aquí...- Apuntó una mesa.- Siéntate, iré por algo para tomar...

- Espera...- Sostuvo la mano de Kenta.

- Bien...- Notó que Lei se había puesto ansioso.- Mejor llamaré a un camarero.- Levantó su mano y le hizo una seña a uno de los camareros.- Vamos a sentarnos.

Xiao Lei sonrió tratando de ocultar su ansiedad, a pesar de estar recibiendo ayuda y apoyo luego de lo sucedido, a pesar de que sentía que cada día avanzaba más y tanto su cuerpo como su mente se recuperaba no podía dejar de sentir cierto tipo de ansiedad, una ansiedad extraña que nació tiempo atrás, una ansiedad que se presenta cada vez que esa persona que estaba ahora justo a su lado terminaba alejándose de él.

Al principio pensó que todo se debía a su estado, pensó que debido al trato y al cuidado que recibía de Kenta había mezclado sus sentimientos y los había volcado hacia él, pero ahora estaba más que seguro que aquello no era correcto.

Desde que el sol se levantaba hasta que la luna se ocultaba en su mente la imagen de una sola persona daba vueltas y vueltas sin cesar. Kenta estaba allí incluso cuando cerraba sus ojos, sonriendole de forma dulce y gentil, hablando con su dulce y calmada voz, acariciando sus mejillas con sus suaves manos. Ahora lo había entendido, aquel chico se había vuelto alguien importante en su vida, alguien...con quien deseaba estar.

- Pero que sorpresa.- Xu Feng se acercaba.

- ¿Primo?.- Kenta se sorprendió.

- No esperaba encontrarte aquí.- Le sonrió a Lei.- Hola...

- Hola...- Lei le sonrió.

- ¿Estás solo?.- Kenta cuestiono a su primo.

- Estoy esperando a una persona.

- ¿Por qué no te sientas?.- Lei lo invitó.

- ¡Oh no!.- Xu Feng agitó sus manos.- No quiero incomodar.