Marca.

El Miedo del Lobo.

- ¿En verdad creen que se van a salir con la suya?.- Xiao Lei pegaba de a gritos.- ¡Me las van a pagar! Cuando mi padre se entere ya verán.

- Joven maestro por favor no se altere.- Sonrió.- Solo lo estamos cuidando.

- ¿Acaso crees que soy un idiota?.- Sonrió con enojo.- ¿Cuidándome? ¿Encerrado en una maldita jaula?

- Solo es un método de seguridad.

- ¿Que maldito método de seguridad?

- Es para que no se escape, ahí afuera hay muchas personas que quieren lastimarlo.

- Para ser sinceros no creo que haya sido necesario hacer uso de una jaula.- Cain aparecía.

- ¡Hijo de perra!.- Xiao Lei rugio mientras agitaba los barrotes.- Eres un maldito hijo de perra, cuando te ponga las manos encima...

- ¿Que vas a hacer?.- Cain habló en tono burlón.-¿Me vas a atacar? ¿Tu? Un pobre omega recesivo.- Se carcajeo.

- ¡Te odio!.- Xiao Lei apretó sus dientes.- No te imaginas cuanto te odio...- Sus ojos se llenaron de lágrimas.

- ¿Y crees que tu odio me afecta?.- Se acercó a la jaula.- No eres nadie, ni siquiera eres importante para nuestro padre, tanto así que ni siquiera se ha molestado en buscarte, sólo Zhan es quien te busca desesperadamente y es porque teme que nuestro padre lo castigue, no le importas a nadie.

- Cierra la boca...- Corrió hacia Cain y estiró su mano tomando su cuello.- ¡Cierra la maldita boca!

- Eres un maldito debilucho.- Estiró su mano y apretó el cuello de Lei.- Y un puto entrometido...- Gruñó.

- Joven amo.- Uno de los hombres se agitó.- Por favor controlese, no vaya a cometer una locura...

- Es este hijo de perra quien me saca de mis cabales.- Cain apretó más el cuello de Lei.- ¿Por qué no puedes mantenerte en silencio? ¿Por qué tienes que ser tan entrometido?

- ¡De...dejame!.- Lei luchaba por respirar.

- ¿Creías que iba a dejar que caminaras libre luego de que intentaste poner a Zhan en mi contra?

- ¿De qué diablos hablas?.- Lei seguía luchando.

- Te escuché ese día...- Acercó su rostro.- Te escuché muy bien, las cosas que le dijiste a Zhan de mi...y las que estabas a punto de decirle.

- El tiene que saber...lo hijo de perra y psicópata que eres...

- Si hubieras mantenido esa boca cerrada hubieras podido continuar libre...- Hizo más presión en su agarre.- Te vas a quedar aquí...encerrado y cuando me harte de tenerte como mi mascota te voy a asesinar.

- Joven amo...- El hombre se acercó a toda prisa.- Quedamos que no lastimaria al joven maestro.

- ¡Cierra la boca!.- Cain rugio.- Aquí solo yo decido que se hará y que no.- Empujó a Lei y encaró al hombre.- Si quiero asesinarlo...lo haré...incluso si quiero asesinarlos a cada uno de ustedes nadie podrá detenerme.

- Lo siento...- El hombre bajó la cabeza.

- Cuidenlo y cuiden de que no se escape, si logra hacerlo los haré pagar con sangre...- Dibujó media sonrisa.- Abundante sangre...

Se podía a boca llena que los miembros de la manada más que respeto lo que sentían hacia Song Cain era miedo, aquellos que lo seguían sabían muy bien lo despiadado y sanguinario que era, aun así optaban por estar a su lado ya que consideraban que esta era la forma de ser correcta para un jefe de manada.