Apoteosis

CAPÍTULO 42: SONRISA

CAPÍTULO 42: SONRISA

Izuku suspiró mientras salía de su limusina. Miró hacia la entrada de UA. Con la amenaza que le hizo al director después de la caída de Allmight, honestamente, nunca esperó tener que volver aquí nunca más. Izuku se sorprendió de que incluso estuvieran teniendo un festival cultural. Pensó que la comisión lo habría cerrado debido a la amenaza que aún representaba la Liga de Villanos.

Esa rata debe haber movido algunos hilos para conseguir esto. Pensó Izuku mientras se colocaba las gafas de sol. ¿Por qué estaba haciendo esto de nuevo? Miró hacia atrás en el asiento del coche para ver a Eri con un vestido de niño rojo y blanco. Eso es correcto. Ese rubio tonto de Mirio Togata pensó que esto sería una buena idea.

El otro día, después de que le explicara a Eri que las peculiaridades no eran una maldición y le mostrara una demostración, el héroe Lemillion decidió entrar y hacer su presentación. Eri parecía complacida de ver que la persona que casi muere tratando de salvarla estaba a salvo, pero aún no había mostrado una muestra de emociones verdaderamente positiva. Mirio también se alegró de estar a salvo. Después de saludarla, el pobre tonto intentó hacer sonreír a la joven. Dijo que todos querían verla a salvo y sonriendo de nuevo. Para sorpresa de Izuku y Togata, descubrieron que Eri había olvidado cómo sonreír.

Izuku no tenía ningún resentimiento por Mirio, de hecho, encontró que el chico mayor era bastante admirable y heroico. Sin embargo, su idea de llevar a Eri al festival cultural de UA en un intento de animarla le devolvió parte de la infancia que se perdió gracias a Chisaki, mientras que con las mejores intenciones, Izuku sintió que podría ser un error.

Simplemente sacaron a Eri de un ambiente horrible, no pensó que rodearla con más gente, gente en la que Izuku sabía que no podía confiar por completo, fuera una buena idea. Desafortunadamente esa mirada en su rostro cuando Mirio explicó todas las cosas interesantes que serían en el festival. Esa mirada de curiosidad y esperanza no era algo que el usuario del guantelete pudiera negar.

Unas cuantas llamadas telefónicas más tarde, Midoriya y Eri recibieron permiso para asistir a pedido de Mirio. Izuku también se aseguró de obtener permiso para algunos invitados adicionales. No quería tener que asistir a esto solo.

"Está bien Eri. Estamos aquí." Izuku le tendió la mano para que ella la tomara. Eri tomó su mano y lo siguió en silencio hasta la entrada de la escuela. Otra limusina se detuvo y salió Ochako alias Ángel, vestido con una camisa blanca de manga larga, mangas arremangadas, plantas y zapatos negros.

"Siento llegar tarde." Ella se disculpó. Uraraka quería almorzar con sus padres ese día, pero también quería venir con Izuku y Eri más tarde. Algo sobre saludar a sus amigos.

"En realidad llegas justo a tiempo." Izuku se alegró de haberlo logrado. Todoroki no tenía amigos en UA y quería pasar tiempo entrenando con Dabi, para disgusto del pirómano. Iida también quería entrenar en esa nueva cinta que Mei Hatsume diseñó y construyó para él, así que decidió quedarse en la base también.

"Hola, debes ser Eri." Uraraka sonrió a la niña que se escondía detrás de la pierna del chico de cabello verde.

"Ella es un poco tímida." Izuku supuso. "Esta es una muy buena amiga mía Eri, no te hará daño."

"H-hola." Eri tartamudeó, dando un valiente paso detrás de él.

"Encantado de conocerte también. Puedes llamarme Ochako." Luego volvió su atención al chico mayor.

"Sabes que no tenías que vestirte tan formalmente". A diferencia de Izuku, la chica de cabello castaño estaba vestida de manera informal.

"Me gusta el traje". Respondió encogiéndose de hombros.