Capítulo 4

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La suave y cálida luz de la lámpara incorporada a la cama reflejaba un rebosante manantial de agua bajo los ojos del joven.

Su cuerpo se estremeció, su visión borrosa logró distinguir unos firmes hombros y el pequeño pero encantador sonido que producía la saliva del hombre al besar su oreja. Los músculos de sus brazos apoyados en la almohada, se tensaron con fuerza al ser apretado contra un sólido pecho, y en el aire, había un olor tenue, agradable y ligero que no coincidía del todo con su temperamento.

El hombre le agarró por la espalda con confusión, pero el calor de su cuerpo se hizo más fuerte cuando sus manos tocaron su camisa. Sus párpados estaban humedecidos con el espeso olor a alcohol, y en acto fugaz, miró a través de sus largas pestañas al hombre que lo intimidaba, haciendo que su respiración se volviera cada vez más pesada.

¿Hacerlo con Beta aliviaría el celo?

El joven no estaba seguro. Desde el día en que se manifestó como Omega, sabía que necesitaría a un Alfa en el futuro. No hacía falta que fuera guapo o poderoso, sólo requería ser adecuado y con un olor que no le resultara repulsivo, para que pudieran convivir.

Pero, ¿y si no hay un Alfa?

Lian Jue se levantó y frunció el ceño a la persona debajo de él. El olor a alcohol del joven era tan empalagoso que por un momento le hizo sentir que él mismo estaba ligeramente borracho. Colocó su reloj en la mesita de noche y desabrochó lentamente su camisa de arriba a abajo mientras miraba los ojos avellana del joven: —¿Cuánto has bebido?

Su mente ardía con la implacable lujuria de su cuerpo, y observó cómo los dos finos labios de Lian Jue se abrían y cerraban, pero no podía oír nada con claridad. Sólo sentía sed, su garganta, su cuerpo y sus nervios paralizados por las feromonas querían ser calmados desesperadamente.

La voz le zumbó en los oídos, como si hubiera agotado todas sus fuerzas. Sacudió la cabeza con impotencia y extendió la mano para tirar de la esquina de la camisa de Lian Jue, atrayéndolo hacia él.

Escuchó como el hombre que tenía encima se reía suavemente, sus oídos se calentaron, sujeto su camisa con más impaciencia y murmuró: —Tócame…

Lian Jue se quitó la camisa y la dejó caer sobre la alfombra, se inclinó obedientemente para cubrirlo de nuevo y presionó su pecho desnudo contra la ropa húmeda del joven.

El joven tenía el cabello mojado pegado a la frente, y al mirar a Lian Jue, levantó la mano y deslizó su cabello oscuro a la parte posterior de su cabeza, dejando al descubierto su pálida frente. La exposición de todo su rostro a la luz hizo que se sintiera un poco incómodo y ladeó ligeramente la cabeza, pero casi al mismo instante Lian Jue le obligó a volver la cara.

Lian Jue le pellizcó la barbilla con su pulgar, rozando los labios del joven con cierta fuerza y observando cómo recuperaban lentamente el color de la sangre para sonriéndole tímidamente: —Se te da muy bien ser coqueto, ¿pero ahora no me dejas volver a mirarte? Voltea la cara.

El joven tenía la barbilla firmemente sujetada, sus ojos ebrios contenían una espesa niebla, y sus labios estaban siendo duramente separados por Lian Jue. Sentía claramente como un pulgar burlesco poco a poco jugueteba con la húmeda y suave lengua en su boca. El joven empujó inconscientemente su lengua contra el dedo, tratando de alejar al intruso de su boca, pero inesperadamente, Lian Jue retiró su dedo para sustituirlo por un beso húmedo y opresivo.

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