Capítulo 60

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["¿Estás ocupado hoy?"]

Cuando Lian Jue recibió el mensaje de Shen Tingwei, la dependienta que estaba a su lado parloteaba recomendándole los nuevos productos de la tienda. La última vez que Shen Tingwei tomó la iniciativa de enviarle un mensaje fue hace unas semanas, cuando le informó sobre los resultados de la prueba fetal.

Lian Jue preguntó: ["¿Qué pasa?"]

El mensaje de Shen Tingwei llegó rápidamente, preguntándole: ["¿Cuándo vas a volver?"]

Sin esperar a que Lian Jue respondiera, envió otro mensaje: ["Me siento un poco mal... ¿puedes volver temprano hoy?"]

Aunque Shen Tingwei siempre había sido una persona comedida, en las raras ocasiones en las que perdía la cordura, la excusa era lo que él llamaba "celo". Lian Jue nunca antes había visto una persona tan contradictoria como Shen Tingwei, ya que normalmente parecía ser introvertido y amable, pero que de vez en cuando mostraba una impaciencia que contradecía esa tranquilidad. Anoche, la frase "adicto al sexo" fue algo que Lian Jue improvisó de la nada para provocar la vergüenza de Shen Tingwei, pero ahora que se había calmado, no podía evitar preguntarse si Shen Tingwei realmente tenía una "adicción".

Mientras Lian Jue respondía que lo haría, interrumpió el discurso de venta de la dependienta y le dijo: —¿Tiene algo más delgado y suave?

Lian Jue hizo una pausa antes de añadir: —Una ropa de tela más suave, preferiblemente que al llevarla puesta no apriete el cuerpo.

La dependienta lo miró, una repentina sonrisa contenida apareció en su rostro y le dijo: —Sí, está por aquí.

Lian Jue siguió a la dependienta hacia un rincón ligeramente escondido de la tienda, y ella lo guió hacia la lencería de encaje suave en el contenedor transparente y le dijo: —El principal objetivo de este producto es ajustarse sin sentirse, la tela es suave y agradable para la piel, y el estilo es muy...

Lian Jue se agachó y lo escaneó distraídamente, diciendo: Envuélvalo todo.

El conductor esperó en la entrada del centro comercial y abrió la puerta del auto para Lian Jue, sus ojos se fijaron en el llamativo logotipo de la bolsa de la compra que llevaba Lian Jue en la mano y su expresión fue un poco sutil.

Lian Jue no se dió cuenta de su expresión, ya que estaba mirando su teléfono desde que se subió al auto. El conductor le preguntó: —Sr. Lian, ¿va a casa?

Hmm. Lian Jue miró los pocos mensajes que había en la pantalla y le dijo al conductor: —Date prisa.

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Cuando Lian Jue regresó a casa, Kang Tong estaba sentado de rodillas en la alfombra del salón construyendo el faro de Lego que no había terminado la última vez. Al ver que Lian Jue había regresado hoy tan temprano, se olvidó por un momento de dónde poner las piezas en sus manos.

Miró a Lian Jue con sorpresa: —¿Papá?

—¿Dónde está Shen Tingwei? Lian Jue entró.

—Wei Wei dijo que estaba un poco cansado y se fue a su habitación a descansar. —Dijo Kang Tong.

Tras oír esto, Lian Jue se dirigió directamente hacia las escaleras.

Cuando llegó al primer piso, fue como si volviera a tener una premonición, y sus pasos, que habían ido rápidos, se ralentizaron considerablemente, deteniéndose finalmente en la puerta de su propia habitación, que estaba a pocos pasos de la de Shen Tingwei.

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