Capítulo 61

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Lian Jue aún no se había recuperado totalmente de la repentina iniciativa de Shen Tingwei, que parecía estar teñida de cariño, y entonces se quedó atónito ante su abrupto "ya estoy mejor". En ese momento, Lian Jue pensó que había sido engañado por el aspecto inocente de Shen Tingwei, pero no podía encontrar ninguna prueba de su engaño.

Tras un largo período de silencio, Lian Jue de repente escuchó a Shen Tingwei preguntar con voz suave: —¿Tienes hambre? ¿Quieres un poco de congee¹?

La respuesta en la cabeza de Lian Jue fue casi irreflexiva, pero se contuvo sin decir nada y simplemente dejó que Shen Tingwei tocara el interruptor de la pared con el dorso de la mano para encender la luz.

Shen Tingwei levantó la cabeza y lo miró con los ojos llenos de inocencia y pura emoción, como si no fuera él quién lo abrazaba y tiraba de su corbata con entusiasmo hace un momento.

Entonces los ojos de Lian Jue bajaron y se detuvieron en cierta parte del cuerpo de Shen Tingwei: “el viento estaba en calma y las olas eran planas.”

Su mirada se detuvo allí un momento, pero Lian Jue no quiso mirar la propia reacción de su cuerpo en desasosiego. Tiró de su camisa, de la que había tirado Shen Tingwei, y se dió la vuelta para entrar en la habitación mientras la desabrochaba.

Cuando llegó a la cama, Lian Jue no pudo reprimir la ira que saltaba desde su cuerpo hasta su corazón, así que giró la cabeza para mirar a la persona que seguía de pie en la puerta y con los ojos teñidos de un evidente desagrado, dijo: —Shen Tingwei, ¿qué pasa contigo de nuevo?

Shen Tingwei pudo ver la irritación en su rostro y pensó que estaba enfadado por haber sido llamado con poca antelación para que lo marcará. Sabía que estaba en un error y se sintió culpable, por lo que puso esa expresión de ojos caídos y algo patética que tiene siempre que hace algo estúpido a los ojos de Lian Jue.

—No lo sé... —Shen Tingwei miró el dibujo cosido en la alfombra de rayas a sus pies, y su voz era cada vez más baja, como si temiera que Lian Jue se riera de él: —Es sólo que te necesito...

Al escuchar sus palabras, Lian Jue de repente detuvo la mano que estaba desabrochando su camisa. La voz de Shen Tingwei era muy suave, como una hoja amarillenta en el camino de vuelta al río tranquilo, muy ligera, pero en el momento en que caía sobre la superficie del agua, ondulaba en capas poco profundas.

La palabra "necesidad" no es desconocida para Lian Jue.

Cuando era niño: "Mañana habrá un examen, y necesito que des tu mayor esfuerzo."

Cuando era adulto: "Dentro de dos días habrá una conferencia de prensa, y el Sr. Chen necesita que lo acompañes".

Después del trabajo: "Este contrato necesita ser firmado por usted".

No era la primera vez que lo "necesitaban", pero sí era la primera vez que actuaba tan desorientado en el momento en que lo "necesitaban", por lo que miró lentamente a los ojos algo evasivos de Shen Tingwei.

El flequillo de Shen Tingwei era un poco largo y su cabeza colgaba ligeramente para cubrirse los ojos. Se mordió suavemente los labios al terminar de hablar y los soltó rápidamente, como si se sintiera avergonzado, y sus manos a ambos lados del cuerpo retorcían secretamente las costuras de su ropa.

—Lo siento... realmente no quería molestarte, yo...

Shen Tingwei no había terminado sus palabras cuando la punta de un par de zapatos apareció en su visión, y levantó la cabeza para mirar con desconcierto a Lian Jue, que de alguna manera había reaparecido frente a él.

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