Capítulo 7

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Kang Tong salió corriendo desde la entrada de la escuela, abrió la puerta del asiento del copiloto sólo para descubrir que el conductor era otra persona y que Lian Jue estaba en el asiento trasero del auto.

Asintió levemente hacia el conductor, sacó la lengua y saludó al tío Liu, luego cerró la puerta del auto y se subió al asiento trasero, agarrando su mochila y ocupando su lugar junto a Lian Jue.

-Papá, ¿vamos a cenar en otro lugar hoy?

-Mmm.

Kang Tong hinchó las mejillas y asintió con un "Oh", y no dijo nada más.

En cuanto el auto entró en un gran patio, Kang Tong se puso nervioso, se retorció el dobladillo de la camisa con ambas manos y asomó sus ojos por la ventanilla del auto.

El auto atravesó lentamente el jardín y se estacionó en la plaza de estacionamiento del exterior de la villa.

Antes de salir del auto, Lian Jue se fijó en el cuello de la camisa de Kang Tong, que se había levantado al quitarle el cinturón de seguridad y extendió la mano para ayudarle a alisarlo. Kang Tong levantó su mirada, pero en un mínimo instante Lian Jue ya había retirado su mano mientras salía del auto.

Kang Tong susurró detrás de él: -Gracias, papá.

Kang Tong siguió detrás de Lian Jue a través de un largo pasillo, originalmente se asomó de reojo para mirar a su alrededor, sus ojos se encontraron con la criada de la limpieza, la cual le sonrió, por lo que tímidamente retiró su mirada y no se atrevió seguir observando a su alrededor.

Inesperadamente, Lian Jue se detuvo. Kang Tong seguía con la mirada baja y caminaba sin prestar atención, por lo que su frente golpeo contra su espada. Estaba a punto de disculparse cuando Lian Jue le tiró del brazo.

-Papá.

Lian Jue llamó al hombre frente a él, y tiró del delgado brazo de Kang Tong para traerlo hacia adelante.

-Es el Sr. Chen. -Susurró Lian Jue.

El hombre sentado en el sofá seguía teniendo el cabello negro, pero había profundas arrugas en las esquinas de sus ojos, y su expresión era un poco severa cuando levantó los ojos para mirarlos.

Kang Tong se asustó un poco y se deslizó levemente hacia atrás, para luego ponerse más erguido cuando Lien Jue le presionó la espalda.

-Hola, Sr. Chen. -Kang Tong le saludó obedientemente en voz baja, pero en su corazón pensó: ¿Por qué no el Sr. Lian?

Chen Chulian hizo girar una taza de té y tomó un sorbo antes de decirle a Kang Tong: -Niño, ven aquí.

Lian Jue le dió en secreto un reconfortante apretón en el hombro y un suave empujón en la espalda.

-Sé generoso.

La voz baja de Lian Jue sonó por encima de su cabeza, suave pero también un poco autoritaria.

Kang Tong tuvo que caminar hacia él con rigidez.

Chen Chulian no generaba tanto miedo como pensaba, y fue inesperadamente amable con él. Agarró un puñado de pistachos de la bandeja de la mesa del té y se los puso en la mano. Kang Tong no pudo sostenerlos, así que tuvo que ponerlos en el borde de la mesa por el momento, y Chen Chulian volvió a llamarlo para que se sentará a su lado en el sofá.

-¿Cómo te llamas? -Preguntó Chen Chulian con voz cálida.

Estaba a punto de responder "Lian Kangtong" cuando Lian Jue, que se había acercado a él, ya respondió por él.

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