Jardín de meteoros » one-shots ✅

Hobby | Dao Ming Si 🧹

675 palabras.
Narrado en tercera persona.

—AHHH ¿POR QUÉ NO SE QUITA?

___[T/n] se alarma al escuchar el grito de Daoming Si. Pensó que estaría estudiando y se encontraba frustrado por no poder memorizar algo. Sin embargo, tras escucharlo quejarse por más de media hora ha concluido que debe estar ocurriendo otra cosa.

Mira hacia ambos lados en el pasillo, preguntándose por qué nadie más muestra interés en el comportamiento del muchacho. Finalmente, opta por ir ella misma para ver si puede ayudarle en algo.

___[T/n] y Daoming Si no se conocieron de la mejor forma, pues ella hizo que medio guardarropa del muchacho terminara entintado ligeramente de rosa tras su primer día trabajando en el área de limpieza de la casa para la familia.

Le costó ajustarse a la rutina y a la detallada revisión de sus tareas dentro de la casa por la abuela de Si. Afortunadamente, ha logrado sobrevivir y hasta llevarse moderadamente bien con el joven.

—¿Necesita ayuda? —pregunta ella con cordialidad después de levantar su puño para golpear la puerta de la habitación de Daoming Si.
Lo que no esperaba es que la puerta no estaba cerrada y su ligero movimiento contra ella fue suficiente para abrirla, revelando a un joven frustrado tratando de limpiar la parte de arriba del librero que ocupa gran parte de la pared a la derecha.

Ambos chicos se miran con sorpresa.
Ella creyó que no viviría para ver al joven frente a ella limpiando arduamente, pero ahí estaba él; con su ropa sucia y desgastada tratando de quitar la mayor parte de polvo posible.

—¿Se te perdió algo? —Si intenta actuar como si hubiera estado buscando algo. Su mentira cae de inmediato, pues hay múltiples artículos de limpieza regados por la habitación. Es esto por lo que cruza sus brazos y se apresura a dar una explicación—. Pensé que te estabas esforzando mucho y quería ayudar un poco.

« ¿Mala excusa? No, ha sido peor. » se recrimina él en silencio.

La chica continúa mirándolo en silencio, todavía tratando de encontrar la verdad que él trataba evidentemente de esconder.

El silencio sólo impacientaba al muchacho, quien siguió hablando bajo los ojos acusatorios de su acompañante.

Tras algunas pésimas mentiras más, Si finalmente se rinde. A ___[T/n] le parece gracioso que no haya tenido que decir palabra alguna para poner al chico tan incómodo, pero decide guardarse sus comentarios para después.

—Bien, la verdad es que... Me gustas, ___[T/n] —expresa con cierto arrepentimiento, pues le habría gustado ser más romántico al respecto—. En algún lado leí que para acercarte a la persona que te gusta podrías intentar hacer los mismos hobbies, así que quise intentar limpiar mi habitación...

Ella no puede contener más su risa. Las excusas que había escuchado fueron lo suficientemente incoherentes como para hacerle reír. Pudo contener esa reacción bien hasta ahora que había escuchado las palabras del joven que le había hecho la vida imposible durante sus primeros días en ese trabajo.

¿En verdad él creyó que limpiar era su hobby?

Pronto se dio cuenta de la mirada herida de Si, por lo que se apresuró a explicar el motivo de su risa.

—Lo siento, no me burlo de tu confesión —dice, retomando la compostura para mostrar la honestidad de sus palabras—. También me gustas, Daoming Si. Es sólo que la limpieza es mi trabajo nada más, no un hobby.

Las facciones en el rostro del muchacho cambiaron de inmediato. Ahora se siente lo que le sigue de tonto. Por supuesto que ella tendría otras actividades.

—Me alegra que lo hayas dicho antes de que me atreviera a tratar de limpiar toda la casa —replica con vergüenza mientras se quita los guantes de plástico que a penas lograban cubrir sus largas manos—. Espera, ¿también te gusto?

Ahora es ___[T/n] quien desvía la mirada con pena. No creyó que sería tan fácil expresar sus sentimientos ante Daoming Si, pero lo hizo. Ahora no podía dar marcha atrás.

—Sí. Y si tanto te interesa intentar uno de mis hobbies, podemos salir el próximo fin de semana.