Imaginas de temática aleatoria entre el lector y alguno de los integrantes de F4 que aparecen en la versión más reciente de Meteor Garden.
Disfruten c:
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Huaze Lei estaba más que molesto.
Aunque era su cumpleaños, decidió ir al lugar que ___[T/n] quería visitar. Con eso no había problema, pues verla feliz era uno de los mejores regalos que pudo haber recibido. Sin embargo, se cruzaron con un "amigo" de la chica, quien resultó trabajar en el acuario al que ella tantas ganas tenía de visitar.
El tal Ruan Ye no le agrada a Lei en lo absoluto. Esto es evidente para todos menos para su novia, quien aceptó sin dudar una visita guiada personalizada por aquel gran amigo que no había visto en años.
Ruan explicaba con detalle cada área que recorrían, sin perder oportunidad alguna de acercarse un poco-demasiado a ___[T/n].
Aunque Lei quería decir algo al respecto, no quería crear una escena de drama en medio de tanta gente. Ni mucho menos quería arruinar el paseo para su inocente novia, quien estaba tan inmersa en observar los diferentes tipos de peces que no sospechaba en lo más mínimo de las extrañas intenciones de Ruan.
Pronto han llegado al final del acuario. La sangre de Lei hierve al ver que el chico continúa acompañando a su novia aunque la tienda de recuerdos no esté dentro del recorrido.
—Mira Lei, este se parece mucho a ti —dice ___[T/n] con entusiasmo, regresando al lado de su novio con un peluche de un pulpo color lila.
Él quiere sonreír al verla tan alegre, pero simplemente no puede olvidar que fue prácticamente ignorado durante la última hora.
—¿Ya nos vamos? —pregunta, tratando de sonar lo más neutro posible.
Es hasta ahora que la chica se da cuenta de que ha hecho algo mal.
—Sí, sólo pagaré un par de cosas y nos vamos —responde con preocupación, apresurándose a recoger algunos objetos que vio para llevárselos a sus familiares y amigos como regalo. Se despide a la distancia de Ruan Ye y sale de la tienda junto con Lei.
Aunque ya creía saber cual fue su error, entiende que su novio preferiría hablarlo en un lugar más privado, así que espera hasta que se encuentran en su auto para tocar el tema.
—Lo siento mucho, Lei —dice con culpa, esperando solucionar el problema antes de que el coche arranque y sus pensamientos hagan que la situación empeore—. Creo que me dejé llevar con las pirañas y mantarrayas.
—Hey, no te preocupes cariño —replica después de deshacerse de su enojo por medio de un largo suspiro—. Me alegra que te la hayas pasado bien —dice esto último con honestidad, recordando la emoción de la chica al pasar por un túnel transparent que permitía ver diversos tiburones como si estuvieran nadando con ellos.
—Sí me preocupo. —___[T/n] estira su mano hasta alcanzar la de su novio, evitando que gire la llave para encender el motor—. Lei, eres demasiado bueno para este mundo. Tienes todo el derecho de molestarte conmigo. Dios, es TÚ cumpleaños y yo me la pasé escuchando a Ruan Ye hablando de pingüinos y...
Él interrumpe a su novia al apretar su mano ligeramente.
—Corazón, en verdad no tienes porqué sentirte mal.
—Pero estabas molesto hace un momento... Si ha sido por Ruan Ye...
—Sí, Ruan Ye no me cayó bien en lo absoluto —acepta él con una sonrisa, manteniendo contacto visual con la chica. Debía admitirlo, él jamás se había sentido tan celoso de alguien. Sin embargo,___[T/n] ni si quiera miraba a Ruan. Las únicas 3 veces en que ojos de la chica se despegaban de las grandes peceras fue para hacerle comentarios a Lei. En realidad, él nunca molesto con ella, sólo con su inhabilidad de captar indirectas—. Pero confío en ti cuando dices que es sólo un viejo amigo.
La chica sintió un vuelco en el estómago. ¿Tan malas relaciones había tenido que ya estaba preparada para una pelea? ¿O es que Huaze Lei es en realidad un ángel?
—No te merezco —susurra ella sin darse cuenta, agachando el rostro y jugando ansiosamente con la bolsa que contiene los artículos que compró.
Él ha logrado escucharle, así que no tarda en colocar su pulgar debajo de la barbilla de ___[T/n] para volver a hacer que sus miradas coincidan.
—Claro que no —dice con seriedad, arrepintiéndose de hacer la pequeña broma al ver lágrimas acumularse en los ojos de su amada—. Mereces mucho más y espero poder dártelo.
