Detras del Abanicó

Capítulo X

Por Dios!!! Una personita gracias me hiso unos separadores y un aportada enserio le quedó divino.
Estoy muy emocionada es la primera vez que me hacen algo así... Bueno es mi primera historia verdad pero de todos modos le quedó fantástico el separador y me ENCANTO LA PORTADA.
Todos los créditos a.

En verdad muchas gracias me encantaron.
Si más que decir empezamos con este capítulo. Y de nuevo gracias 🤭😢🥰

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Podían entender un poco a Yue Qingyua, puede que ninguno de ellos tenga una hermano o hermana, claro que a excepción de Liu Qingge pero esperan que sea lo mismo como cuando te has encariñado con tus discípulos y sólo les quieres mostrar el lado más...genial de ellos para que no se decepsionen.

Pero seguía siendo algo cruel no sólo para Yue Qingyua que técnicamente era odiado por "su hermano" si no que también por Shen Qingqiu, el esperar por años que alguien lo salvará, puede que incluso cada noche se repetía que »~ba a volver~, o ~tal vez mañana~, pero nada. No volvía si mañana, no el día siguiente, ni el siguiente y asi hasta que esos días se convertían en semana, esas semanas en meses y esos meses en años. Y la esperanza que has guardado y mantiene unido tu ya casa destrozado corazón se valla atenuando para poder dejar caer esos pedacitos que mantenian unidos a su corazón como si de pegamento se tratarse.

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Después de que acabará la peor pesadilla que ha tenido en años, Shen Jiu con un paso lento y cojeando se dirige a su habitación, o bueno a la esquina en la señera que ocupa para dormir.

¿Su cuerpo duele? Si, pero no le duele más de lo que le duele el pecho, su corazón latia tan dolorosamente que estaba deseando que se detuviera que dejara de latir. Dolía, le dolía y mucho.

¿Por qué?

Porque seguía con vida por qué el maldito de Qui no tuvo un poco de decencia y lo mataba, ¿por qué?, ¿por qué no podía ser un simple sueño...una pesadilla?, lo deseo con todas sus fuerzas mientras que ese...maldito pasaba sus manos por donde quiso, el deseo que todo fuera una pesadilla, suplicó que todo lo que estuviera pasando no fuera real, para despertarse y ver a Qi-ge con una sonrisa mientras le abrazaba y acariciaba la cabeza diciéndole palabras reconfortantes como ~estoy aqui~, ~todo está bién~, ~fue sólo una mal sueño~.

Pero los dioses le odiaban, ya que el dolor que sentía le desmotraba que todo era real, que no era un sueño que Qi-ge se fue, y no podía reconfortalo, lo extrañaba necesitaba su valor y sentirse seguro. 'Porque tardas tanto regresa por favor' eran lo único que rondaba por la cabeza de Shen Jiu hasta que llegó a la leñera y fue a su esquina a abrazarse a si mismo, sin poder evitarlo las lágrimas salieron de sus hermosos ojos verdes. No había llorado mientras era golpeado por Qiu Jianluo y tampoco lloro cuando...bueno cuando le hiso esto, pero ahora ni había nadie, nadie lo iba a ver débil y temblando asi que si podía sacar un poco de lo que lleva adentro, ¿no?.

Lo que no espero es que de la nada la puerta se abriera, se sobresalto pero no levanto la cabeza, sea quien sea no iba a dejar que lo mirada llorando.

"Está bien llorar no te hace débil" extrañamente la voz no era grave y ronca como la de un nombre si no que era suave y cálida asiq ue levanto un poco la cabeza enfrente de el estaba una de las sirvientas que tiene Haitang siguiéndole a todos lados pero ¿que hacia ahí?

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Claro que no fue el único que pensó eso que podría querer esa sirvienta con su shixiong. Deberías de darle una mala señal pero extrañamente se sintieron aliviado al verla no entendían el por qué.

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La divierta en si era muy bonita, tenía facciones finas y sus ojos eran grandes de color negro qué parecía te podías perder en ellos, pero no tenían una chispa de inocencia y felicidad como las grandes ojos de Haitang si no de tal vez sabiduría y dolor. Era delgada y sus ropas sólo podían delinear su esbelto cuerpo, además tenía una sonrisa suave pero amable y cálida al mismo tiempo.

"¿Qué haces aqui? " fue todo lo que dijo llorando lo que la chica le dijo entrando a la leñera. Fue brusco y frío pero a ella no pareció molestarle en lo absoluto.

"Yo también llore aquí" se casco a Shen Jiu para después sólo sentarse a su lado bajo la atenta y desconfiada mirada de Shen jiu, "cuando vine a sacar lo que tenía dentro fue por lo mismo que te paso a ti".

Shen Jiu se sorprendió eso si que no lo espera a para ser cinsero asiq ue sólo espero que siguiera hablando.

" es algo irónico que fue por la misma persona", eso a Shen Jiu no le sorprendió Qiu Jianluo era un hijo de puta, eso no iba a cambiar.

"Cuando vine aquí sólo podía pensar ~espero nadie venga~ ~debo de verme patética rompiendome por esto~", se río amargamente para después suspirar y seguir hablando, Shen Jiu no le había quitado la mirada encima " bueno hasta que llegó alguien y me dijo con su voz suave y llena de compasión ~eres fuerte está bien llorar ya aguantas te mucho~ nunca había tenido tantas ganas de dejarlo salir todo como cuando esas palabras fueran dichas asi que... "

Abrazo a un incrédulo Shen Jiu y cerca de su oído mientras acariciaba su cabeza y con una voz tan suave y tierno le dijo.

"Eres fuerte, está bien llorar...yas has agua todo mucho. Dejalo salir pequeño"

Todavía se quedó unos momentos en shock por lo que acaba de pasar pero...cuando salió y escucho esas palabras las lágrimas se volvieron más gruesas, los sollozos se volvieron gritos ahogados por el cuello de la persona que lo estaba abrazando, su cuerpo temblaba terriblemente, sus manos sostenían la ropa de la sirvienta que creia se llamaba Lí Ninying, con tanta fuerza como si no quisiera que lo dejara sólo en ese lugar y ella sólo le acariciaba la cabeza y seguía susurandoles cosas de consuelo.

Nunca había llorado como esa noche y después de hacerlo se sintió tan bien.

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Las lágrimas que creían fueron olvidadas en el recuerdo anterior querían volver a salir de sus prisiónes llamadas ojos, pero también estaban sorprendidos nunca en toda su vida (y han vivido mucho) habían visto tan vulnerable a Shen Qingqiu, siempre se vio como una persona orgullosa y imponente, nunca supieron que podía llorar asi de dolorosamente sobre los brazos de una persona mientras se aferaba con sus delgados brazos para que no lo soltara en ningún momento.

Inconscientemente todos voltearon al ver al dormido Shen Qingqiu buscando algún indicio de llanto, como si lo que ellos estén viendo en la cosa flotante el también lo viera o incluso lo estuviera viviendo, pero nada y eso logró que todos se alivivieran.