Capitulo XVIII

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Despues de unos minutos de haberse sentado y de que unas de las chicas haya ido por unos bocadillos y te, ella había llegado con una bandeja con una tetera y varias tazas de te suficientes para todos los presentes, también traia unos pasteles y algunos tangulos que puso suavemente sobre la mesa para empezar a servir a todos de forma elegante.

Cuando todos tenia enfrente una taza de te humeante, Madan Cheng fue la que rompió el cómodo silencio que se había formado.

"Cuéntanos A-jiu, ¿como te esta yendo en la montaña Cang Qiong?", pregunto después de darle un pequeño sorbo a su taza de te.

"Me esta yendo bien Madan Cheng" dijo tranquilamente Shen Jiu mientras tomaba un tangulu que fueron acercados por la chica llamada ¨Shui¨ que había aparecido al principio del recuerdo.

"Ya veo, me alegro mucho por ti A-jiu, te has esforzado mucho por ser quien eres ahora" Madan Cheng dijo, el tono lleno de orgullo se pudo notar, antes de que Shen jiu pudiera contestar una de las chicas habló primero.

"Claro que sabíamos que llegaría muy lejos, nuestro A-jiu es un genio" dijo mientras sonreían y asentía con su pecho inflado llena de orgullo. las demás no tardaron de asentir de acuerdo con lo que había dicho.

Shen Jiu solo sonreía mientras tomaba tranquilamente el contenido de su taza de te.

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Todos solo se dedicaban a mirar el como actuaba Shen Qingqiu con esas mujeres al mismo tiempo estaban recordando todas las veces que habían estado junto a Shen Qingqiu y como, era totalmente diferente a la persona que estaba en los recuerdos. Eso no solo hacia que la culpa creciera en ellos, porque claramente por la forma que eran tratados solo significaba que no confiaba lo suficiente en ellos, pero al mismo tiempo se sentían consternados, ¿quién hubiera pensado que su shixiong podía actuar de una manera tan amable y relajada.

Todo este tiempo si ellos no se hubieran dejado guiar por esos estúpidos rumores y hubieran intentado acerarse a el, tal vez el Shen Qingqiu de ahora también actuaria de esa manera frente a ellos.

Sin estar a la defensiva y sin verlos con ese brillo de cautela y frialdad, si no que mas relajado, con una sonrisa y mirada suaves mientras solo escuchaba lo que esa chicas estaban diciendo...tan feliz.

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Pasaron otros pocos minutos de charla para después ver como Shen Qingqiu llevaba su blanca mano, con dedos tan delgados y a la vista delicados a su boca para intentar en vano ocultar un bostezo que en realidad a todos les había parecido lindo. Una nueva faceta que nunca habían visto en Shen Qingqiu, al parecer no iba a dejar de sorprenderlos, tenia miles de secretos, rostros y emociones que nunca habían visto en Shen Qingqiu, cosas que había ocultado en ese abanico de papel y que nunca intentaron romper.

Era algo tan fácil de hacer pero al mismo tiempo imposible de lograr, pero no podían hacer nada para cambiar el pasado, pero tal vez y solo tal vez si se esforzaran y prestaban mas atención pudieran lograr ver y conocer mas faces, mas caras, mas emociones, mas secretos, mas de todo.

Era una silenciosa promesa que todos se habían echo, y lo iban a llevar a cabo después de ver todo lo que esa cosa les tuviera que mostrar.

"A-jiu, debes de estar cansado, ven" Shen Jiu le levanto de la mesa y siguió a Madan Cheng a la cama en donde se sentó para ver como tres de las mujeres incluyendo a Madan Cheng, fueron por unos instrumentos, mientras tanto la ultima se sentó a lado de Shen Jiu para después acomodarlo para que la cabeza de Shen Jiu descansara en los muslos de la bella mujer. Ella al ver que Shen Jiu ya estaba cómodo le sonrió.

Después de unos minutos las demás llegaron con algunos instrumentos, la chica del qunqin fue la que hablo primero, "A-jiu, ¿quieres lo de siempre?", Shen Jiu solo se limito a asentir con la cabeza, después de tener la aprobación de Shen Jiu todas empezaron a tocar, mientras que la que acostó a Shen Jiu en sus muslos comenzó a cantar.

Detras del AbanicóWhere stories live. Discover now