Detras del Abanicó

Capítulo XXIII

Shen Jiu estaba enfrente de la hermosa casa, pero no se movía, en su mirada se veía que estaba dudando o eso fue lo que notaron los señores de pico, junto a los discípulos. Nunca habían notado que cuando Shen Qingqiu cría que nadie lo estaba observando reflejaba muchas emociones en sus orbes esmeraldas, pero como ellos ya sabían esos sentimientos eran remplazados rápidamente por desprecio e indiferencia cuando alguno de ellos estaba cerca.

En momentos como esos se preguntaban si tan solo hubieran intentado derivar esas murallas alrededores del corazón de Shen Jiu, el tendría la confianza de demostrar lo que siente. Pero el hubiera ya no existía, solo quedaba intentar enfocarse en el ahora y el mañana.

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Después de esa pequeña reflexión pudieron observar como Shen Jiu al fin tuvo el valor de tocar la puerta, no pasó mucho para que una mujer abriera la puerta, tenía una linda sonrisa amable, sus cabellos ya eran de un color gris opaco y sus pequeñas arrugas desmotraban su avanzaba edad.

"¿Qué puedo hacer por usted joven cultivador? " la mujer habló mientras se inclinaba en forma de saludo y respeto, su sonrisa no se había borrado de su rostro en ningún momento.

Mientras tanto Shen Jiu no pudo estar más agradecido de que la persona que le abriera la puerta sea una mujer, ya que si se llegará el caso de que fuera un hombre se comportaría de una manera “inapropiada” y tal vez no le dejaran ver a Ma Fuji ahora Ning, que fue una de las mujeres que siempre le cuido en sus noches de vela en los burdeles. Por eso cuando había recibido una carta diciendo que era urgente, no lo pensó dos veces antes de salir técnicamente corriendo hacia donde se encontraba su amiga.

"Perdone que llegue tan repentinamente mi nombre es Shen Qingqiu, vengo a ver a mandan Ning" dijo tan elegantemente mientras se inclinaba un poco en forma de respecto hacia la mujer frente a el.

La mujer pareció un poco sorprendida por los modales de joven apuesto enfrente de la puerta de la casa de sus amos, pero al escuchar su nombre no pudo evitar que su sonrisa se ensachara, había escuchado del señor de pico Qing Jing por parte de su señora, y apesar de que por un tiempo ella también había creído en los rumores, su señora los desmintió contadole toda la verdad (omitiendo algunas partes claro.Como que fue un esclavo y que fue abusado), logrando que le tuviera una gran respecto al hombre que estaba frente de ella es esos instamtes.

"Claro, por aquí" habló mientras se hacia un lado para dejar pasar a Shen Qingqiu y después poder guiarlo. No paso mucho tiempo siguiendo a la ya mayor mujer, cuando ella se había detenido en una puerta de color rosa pastel, "mi señora, el maestro Shen a llegado".

" dile que pase, retirate", se escucho una voz suave y amable, pero al mismo tiempo cansada y débil, logrando que las preocupación aumentara en el corazón de Shen Jiu.

La mujer se inclinó ante el y se retiró para seguir con sus obligaciones, dejando sólo a Shen Qingqiu con sus nervios al tope, aunque no los demostrará.

Cuando entró a la habitación vio a una demacrada Ning Fuji, unas grande ojeras ardonaban sus grandes ojos de un color negro, su piel antes blanca como la porcelana y suave, se volvió pálida que le daba un aspecto enfermo, mientras tanto varias gotas de sudor caían con libertad por su cara. La preocupación había aumentado en Shen Jiu ya que no se explicaba que había deteriorado tanto la salud de Fuji. Ella al verlo le había sonreído mientras señalaba una pequeña silla a lado de donde ella reposaba.

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"¿Ella...ella es tu madre Yinyin? " pregunto Liu Mingyian a ver a la cansada mujer que mostraba la pantalla.

Ning Yingyin asintio emocionada por saber lo que pasó ese día, pero también sintiéndose algo culpable por todo el trabajo que al parecer le dio a su madre, ya se disculparia por eso...despues.

Luo Binghe por otro lado observo detenidamente a la mujer, al parecer su amiga había sacado la sonrisa y aura amable pero infalible de su madre. Se alegro de poder conocer aunque no sea directamente a una de las personas que hiso que su amiga viviera en ese mundo y por consiguiente fuera su amigo. Le estaría muy agradecido.

Los señores de pico no dijieron nada, en realidad no tenían nada que decir... Ni siquiera sabían que pensar de la escena que estaban presenciando, tal vez era porque nunca creyeron ver a un Shen Qingqiu preocupado por una persona. Pero con todos los acontecimientos ya vistos, descubrieron que su shixiong tenía la maravillosa habilidad de “sorprender” a todos los presentes y hacer que se ahogen y frustren con su propia culpa.

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Shen Jiu se sentó en el lugar indicado para ver aún preocupado (aunque lo intente disimular) a su amiga. "¿Qué rayos te paso? ", los modales los había mandado al diablo cuando ya no pudo soportar la mirada candado y aujerosa de la mujer postrada en la cama frente a el.

La mujer no le pareció importar la manera en la que su pequeño niño. Porque si no importa que el condenado sea algunos años mayor, ya que ella junto a las demás mujeres del burdel lo habían visto crecer y lo habían visto en sus mejores como peores momentos, y eso señores y señoras era suficiente para que ella lo vea como algo a lo que se le tenía que proteger y amar. Por eso no le importó la manera informal y nada elegante en la que dirigió su A-Jiu hacia su persona, y demacrada por dar a luz a su pequeña princesa. " cariño, esto es lo que pasa cuando traes una vida al mundo".

Shen Jiu se quedó procesando unos momentos sus palabras para despues abrir levemente sus ojos y verla con desconcierto. Y no era porque no sabía que estaba embarazada no era estúpido, si no que según sus cálculos su bebé tendrá que a ver nacido en un mes más, lo que eso indicaba que la pequeña o el pequeño había nacido prematuro, lo cual era peligroso no sólo para la bebé si no también para la madre y la preocupación aumentó en su pecho mientras observaba la sonrisa que le estaba dedicando y el ligero toque de dirversion escondido en los cansados ojos. "¿Cómo están? " dijo sin notar el ligero temblor de su hoz ante el miedo de que algunos de los dos les haya pasado algo.

"Estamos bien A-Jiu" su mano se acercó a la cabeza del señor de pico para acariciarla suavemente y con sumo cariño, Shen Qingqiu disfrutó de la calidez de las caricias en su cabeza mientras el alivio llegaba a todo su ser, relajando los hombros y sacando el aire que no sabía estaba reteniendo en sus pulmones. "A-Jiu... Estube hablando con mi marido y entre los dos decidimos que necesitamos que hagas algo por nosotros".

A Shen Jiu no le pareció para nada el hacerle un favor al “marido” (rata de dos patas, como el lo ve) pero no podía negarle nada a ninguna de las personas que lo cuidaron en sus momentos de debilidad por lo que  resignado sólo asintio con la cabeza levemente, esperando que no sea nada ridículo o vergonzoso.

La mujer sonrió mientras que con una seña le indicaba algo a la mujer que estaba esperando las órdenes de su señora en una esquina de la habitación, para despues inclinarse en forma de respeto y salir por la puerta y poder hacer lo que le pidieron.

Mientras tanto Shen Qingqiu al vera la sirvienta salir de la esquina de la habitación, estaba preguntándose mentalmente cuánto tiempo estuvo allí parada, ya que no se había percatado de su precencia. Por lo que se regaño mentalmente por bajar la Guardia y no estar atento a su alderedor, tenía que tener más  cuidado.