49

1.4K 251 54
                                    

Corrí tan pronto como pude junto a mi corazón a punto de estallarme del pecho.

— ¿Dónde está Seokjin? — pregunté mientras sostenía mis rodillas y trataba de tranquilizar mi respiración acelerada.

— Ahí dentro. — señaló el almacén de gimnasia. — Tú entra, yo intentaré buscar a los demás.

Nayeon salió corriendo a toda prisa y con un poco de nerviosismo giré la manija de la puerta.

Claro que el almacén de gimnasia era lo suficientemente grande y estos días algo vacío debido a actividades extracurriculares.

— Hola Nam. — el quizás no tan enproblemado Seokjin sostenía dos platos de jokbal. — ¿Recuerdas que te debo una apuesta? Prometí comprarte jokbal en el juego de lanzar piedras al río.

Rápidamente sostuve ambos platos de comida y los coloqué en la pequeña y vieja mesa del almacén. — Me sorprendí, no esperaba algo como ésto. Si que te tomas en serio lo de la comida.

Con un acercamiento un poco inesperado Seokjin se colocó al frente mío. — Te quiero contar algo, algo muy importante.

No sabía porque mi corazón parecía querer salirse de mi pecho. — ¿Y para eso organizaste esto tan genial? — recién tomaba en cuenta lo increíble que se veía el almacén, parecía una cena romántica.

Sin previo aviso mi mano estaba siendo sostenida por la de Seokjin mientras solamente sonreíamos. — ¿Recuerdas cuando te conté que había alguien a quien quería?

Demonios.

Había olvidado esa conversación y aquella sensación de mi corazón apretujadose dolorosamente, pero aún así le sonreí y asentí.

— Kim Namjoon lamento haberte dañado al inicio de nuestra amistad pero ahora no puedo controlar mi mente ni mi... Corazón. — la confusión me hacía dudar de cualquier palabra bailando en los labios de Seokjin. — Mierda solo voy a decirlo. Me gustas, me gustas demasiado Kim Namjoon, eres aquella luz que mi vida necesitaba.

Con la mano temblando y los sentimientos a flor de piel retrocedí y sentí la saliva bajando por mi garganta demasiado estrecha.

¿Qué era ésto?

Quería pellizcarme pero no podía hacer ni decir nada. — Yo... Seokjin yo..

Seokjin soltó abruptamente mi mano y con una sonrisa nerviosa me habló. — Lo siento, creo que debo darte tu espacio... Bueno, creo que yo me emocioné. — solo veía como sus labios se movían con cada palabra mencionada y rascaba su nuca moviendo sus cabellos castaños. — Solo piénsalo, ¿Si?

— Eh, sí. Voy a pensarlo...

Salí de aquel almacén con las manos sudando de los nervios y mi corazón bombeando sangre al mil.

¡¿Qué hiciste Kim Namjoon?!

¿Acababa de rechazar a Seokjin?

No no no. No era lo que quería.

Aún temblando, sin saber si por la emoción o el miedo, me atreví a volver a girar la manija de la puerta y cuando vi a Seokjin con los ojos mirando a suelo y con una expresión melancolía me acerqué teniendo una distancia propia. — Solo dame tiempo, voy a organizar todo en mi mente, esto... no es un rechazo...

Y al ver finamente una sonrisa por parte de Seokjin atravesé aquella puerta de manera  eufórica.

¿Debería bailar de emoción bajo la lluvia?

No, demonios, me faltaba la lluvia.

Y me faltaba Seokjin, me faltaba saber como corresponder correctamente.

¿Quizás una cena?

¿Una cita?

Debía llamar a Im Nayeon.


⭐⭐⭐💫


Con los pelos de punta miré a Nayeon mientras mis dedos jugaban entre si buscando un método de relajación.

— Realmente se gustan ambos ¿Cierto?

Me había reunido con Nayeon en un café cercano para dialogar un poco.

— Bueno... Jamás pensé que me fueran a gustar los chicos... Aunque no creo que todos los chicos, creo que es especialmente Seokjin. — con una sonrisa nerviosa esperé a que Nayeon me dijera alguna opinión.

— Eso es genial. — la sonrisa aprobatoria de Nayeon hizo todos mis nervios desaparecer. — Seokjin siempre está preocupado por ti.

— ¡Y yo también! Cuando lo escuché cantar en el festival sentí eso, lo que llaman las mentadas mariposas en el estómago, también en el viaje escolar y en la pelea con Joshua.

— Si, recuerdo que en el festival estuvo como loco pidiendo que la gente votara por tu canción y compró muchos votos también. — Nayeon sorbió de su té frío de frutos rojos y me miró.

Así que así había conseguido mi triunfo.

Realmente Seokjin los había comprado...

Por un momento sentí un vacío en el estómago, no quería reprocharle algo como eso pero por alguna razón me sentía un poco desilusionado.

Afortunadamente el premio llegó a manos de Jungkook... ¿Cierto?

— Lo siento, creo que no debí mencionar eso. — dijo Nayeon mientras me miraba como un cachorro arrepientido. — Seokjin me va a matar cuando se entere.

— no importa, no hace falta que le digas... Yo voy a arreglar esto.

Ambos caminamos juntos hasta la parada del autobús pero justamente vinos algo un tanto...

— ¡Seokjin está con una chica!

— ¡Seokjin está con una chica!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Hey tú! ¡El chico malo! ♡︎ 김남준 ; ☁️ TERMINANDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora