Kim Namjoon aveces es malinterpretado por su aspecto, él es una buena persona pero no muchos lo saben.
"𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒈𝒂𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓"
"𝒎𝒆 𝒅𝒂 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒔𝒖 𝒄𝒂𝒓𝒂"
"𝒅𝒊𝒄𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖𝒗𝒐 𝒖𝒏...
Traté de pasar desapercibido pero mientras hacía mis movimientos como espía a través de las paredes Jeon me vió.
Demonios.
— Hola Kim.
Jungkook ponía ambas manos en los bolsillos de su pantalón y me miraba divertido, al parecer estaba de buen humor.
— Hola, Jungkook...
Le sonreí un poco nervioso, ese chico imponía mucho.
— No pensé encontrarte tan pronto, pero en fin, lo que quería decirte es que a partir de la próxima semana estaré aquí para cuidar de Seokjin — sonreía victorioso— no tienes que preocuparte sobre él a partir de ahora.
— ¿He?
— Lo que escuchaste. La próxima semana estaré asistiendo a la misma escuela que ustedes.
Lo recordé, el día que Seokjin terminó mal herido por mi culpa, Jeon me dijo que vendría a esta escuela.
— ah, entiendo...
Realmente no entendía porque me lo decía pero supuse que estaba bien.
Después de eso ambos nos despedimos rápidamente y seguimos nuestros caminos.
******
Por fin era jueves, exactamente dos días para el fin de semana.
La escuela me empezaba a hostigar cada vez más.
Al llegar a la escuela no había muchos rumores sobre mí o bueno, creo que empezaban a ser más discretos, quizás ellos ya se estaba aburriendo de eso.
El día pasó un poco normal, sin contar que volví a comer junto a Seokjin y durante una clase de japonés Park me ayudó con una respuesta.
— ¿Por qué me ayudas? — no podía ocultar mi duda.
— Te dije que me gustaría arreglar las cosas contigo ¿No? Esto es una parte.
Park aveces daba miedo con su hostilidad.
Aunque no me creía capaz de volver a confiar tan fácil en él.
Al final del día Seokjin estaba en la salida esperando.... ¿A mí?
— ¿Por qué tardaste tanto? — preguntó.
— Emm... No encontraba mi libro de historia... — confesé un poco confundido.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Alguien te lo escondió? — Seokjin parecía algo preocupado.
— No no, no es eso. Solo que no recordé que lo había puesto debajo de mi silla. — reí un poco avergonzado por lo tonto que fuí. — y bueno, ¿Por qué estás aquí? ¿Quieres ir a algún lado?
— Quería ir a tu casa.
— ¿A mí casa? ¿Por qué?
— ah, eso, bueno. La playera que te presté la vez pasada, ¿Recuerdas?.
— ¡Ah! Es cierto. Te la entregaré.
Seokjin y yo caminamos juntos a casa y estando ahí le devolví su playera, también le invité algo de la comida que había dejado mamá y finalmente lo acompañé a la parada de los autobuses.
Hacer eso es lo que se haría con un amigo, ¿Cierto?.
Espero algún día ser amigo de Seokjin, él no parece ser tan mala persona.
*****
Observé a Seokjin el siguiente día.
Siempre llega más temprano que yo.
En clases suele prestar atención pero cuando algo se le complica hace una cara de insatisfacción.
Sí cruzamos miradas él me ignora de inmediato.
Siempre está rodeado de gente en los ratos libres.
Las chicas lo ven demasiado.
Siempre lo escogen para los deportes.
En la comida nunca come bolas de arroz, pero siempre las compra.
Extrañamente empezó a almorzar junto a mí para no ser agobiado por la gente, y me parece que es una forma de pagarle lo mucho que ha hecho por mí.
Seokjin sabe pelear, lo he visto varias veces pero también tiene algo de lo que se avergüenza, tiene un dedo chueco.
Y hoy descubrí que también rechaza a las chicas detrás de los salones de clase.
“ ¡Oppa Tú me gustas! Salgamos por favor”
“Lo siento, pero no estoy interesado. ”
Es lo que contestó el día de hoy a una declaración de una chica de tercer grado.
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