Kim Namjoon aveces es malinterpretado por su aspecto, él es una buena persona pero no muchos lo saben.
"𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒈𝒂𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓"
"𝒎𝒆 𝒅𝒂 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒔𝒖 𝒄𝒂𝒓𝒂"
"𝒅𝒊𝒄𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖𝒗𝒐 𝒖𝒏...
Los besos... Siempre los imaginé y quise saber cómo se sentía. ¿Realmente sientes un cosquilleo en los pies y calor en las mejillas? ¿Es como disfrutar de una dona glaseada? Era joven y sin experiencia en el romance y creí que nunca nadie querría besarme por parecer un chico malo o peligroso, pero ahora él...
— Namjoon... ¿Te puedo besar?
Y sin saber cómo reaccionar solo escuché mi corazón bombeando sangre como un loco. — ¡¿Qué dices?! — dije con los ojos tan abiertos que pensé que saltarían de mi cara.
— Que si sigues diciendo cosas tan bonitas voy a tener que besarte. — una sonrisa criminal adornaba sus bonitos labios. — Vamos a casa, ya es tarde.
Y seguimos caminando... Aunque aún con las manos entrelazadas.
Se sentía cálido.
Para romper un poco el silencio busqué y rebusqué en mi mente un tema de conversación. — Oye Seokjin. — él me miró con total atención. — Soojin, digo, tu hermana y Hoseok hyung ... ¿Ya se conocían?
— Sí. Él y yo éramos amigos antes así que logró conocer a toda mi familia. — dijo con la mirada un poco perdida.
— A veces estoy un poco celoso de nuestro vicepresidente. — admití. — Conoció a tu familia, te conoció de joven e incluso a tu madre ¿Cierto?
— A decir verdad sí. Pero no estés celoso de él. No fue una buena época.
Aquel crudo momento me hizo creer que no debía saber de aquella época.
— Está bien.
Llegamos a casa y finalmente nuestras manos fueron separadas.
— Nos vemos mañana. — dijo mientras me sonreía. Era una tortura solo poder verlo.
Y en un arranque cardíaco me acerqué a su rostro y junté nuestros labios.
Mis ojos se cerraron lentamente y las manos me temblaban.
La sensación era extraña, no como volar en el cielo, más bien sentía que me explotaría un volcán en la cabeza.
Eran suaves...como una esponja de goma...y cálidos como un café en las mañanas heladas. — ¡Hasta mañana! — grité despegandome de él y tratando de huir.
No sabía cómo ni de dónde había sacado tal valentía.
Pero me gustó.
Aunque un temor me invadió al sentir su mano sosteniendo mi brazo.
Una sonrisa de oreja a oreja me apuntaba. — ¿Mañana puedo pasar por ti?
Y con los nervios a flor de piel... — Claro. — acepté.
Entré a mi casa y corrí tan pronto como pude incluso ignorando a mi madre quien mágicamente estaba en casa aquel día, viendo su novela coreana. Subí las escaleras y llegué a mi habitación donde me tiré directamente al colchón tratando de que éste me tragara.
Dios, Seokjin me gustaba más de lo que pensé.
Y aquel beso se repetía una y otra vez en mi mente hasta sentir mi cara totalmente roja.
¡Debía calmarme, ya!
Me sentaba en mi cama y sin darme cuenta una sonrisa idiota se formaba en mi rostro. Ni siquiera podía controlar mis gestos. Estuve así un buen buen rato.. hasta que decidí mandarle un mensaje.
👤Namjoon « ¿Llegaste bien a casa? »
«Si, no tiene mucho que llegué. Aquí está Soojin. » Seokjin 👤
👤 Namjoon « Me alegro mucho, dile que le mando un saludo. »
« Ya. Dice que si quieres ser su cuñado. » Seokjin 👤
👤 Namjoon « Haha no creo que ella haya dicho eso. »
« Tienes razón. Mañana pasaré temprano por ti, tenemos mucho de que hablar. » Seokjin 👤
« O podemos no hablar... » Seokjin 👤
👤 Namjoon « No no no, mejor hablemos. »
«Me gustan tus oyuelos cuando sonríes» Seokjin 👤
👤 Namjoon « A mí me gustan tus labios. »
« Deberíamos intentarlo mañana... Ya sabes, el beso... » Seokjin👤
Y un grito ahogado literalmente casi me ahoga.
👤 Namjoon « Haha idiota. »
Y repentinamente hablamos por mucho tiempo más hasta quedarnos dormidos.
. . . . . . .
[ EXTRA OMNISCIENTE 🌼]
Seokjin entraba a su departamento con la cabeza en las nubes y una sonrisa boba, y Soojin quien reposaba en el sillón de su sala solo lo miró extraño.
Oh no, ella conocía esa cara.
A ella un miedo le invadió, miedo a que su hermano pudiera salir herido nuevamente como hace dos años. Aunque al conocer a Namjoon supo que esta vez sería un poco diferente.
— ¿Qué sucede con esa cara de idiota? — preguntó.
— Ay Soojin, no lo entenderías. — decía Seokjin mientras se tiraba al sillón mientras abrazaba un cojín. — Me ha pasado lo mejor de la vida. Mejor que esos pasteles que nos compraba mamá a los cinco años.
— ¿Tanto así? ¿Namjoon ya te dijo que si? — y como si hubiera dicho algo malo Seokjin dió un brinco en su lugar.
— Bueno, no realmente. Pero él y yo.. ya sabes. — un sonrojo interminable dejaba en evidencia a Seokjin.
— Ésta bien bien, no quiero detalles. Lo que si admito es que es muy apuesto. Le pedí su número pero no parecía interesado en mi. — dijo con total falsedad y Seokjin gruñó. — Tranquilo, no planeo quitartelo, es muy joven para mí.
— Soojin... ¿Hablaste con papá?
— Sí. Ya está en Corea aunque sigue igual que siempre. — la mirada desilusionada de los hermanos parecía un llano, uno tan silencioso que solo ellos podían entender. — No me iré hasta hablar bien con él.
— Gracias hermana. — y seguido de una notificación de mensaje la atención de Seokjin cambió totalmente y su ánimo volvió de inmediato acompañado de una sonrisa pícara. — Me tengo que ir, tengo un mensaje.
« ¿Llegaste bien a casa? » 💬
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Autora: les pongo un fanart porque no encontré mi banner ;-;
