¡Hey tú! ¡El chico malo! ♡︎ 김남준 ; ☁️ TERMINANDA

04

Acomodé las cobijas para que Seokjin estuviera cómodo.

— Tu casa es muy pequeña. — dijo mientras miraba todo a su alrededor.

— Lo siento mucho, por ahora es lo único que puedo ofrecerte. — Estaba muy nervioso.

— ¿Y tu padre? — preguntó al ver una foto en la pared.

— ¿Mi padre? — me sorprendió que preguntara eso.— Bueno, él nos abandonó a mí y a mí madre cuando era pequeño. Pero no hace falta aquí. Mi madre hace un excelente trabajo.

— Entiendo.

— ¡Cierto! Voy a traerte ropa para dormir, no puedes dormir con el uniforme. — busqué entre mi armario y le entregué la prenda.— toma.

— ¿Por qué me tratas tan bien Namjoon? Yo no he sido bueno contigo. ¿Acaso tienes estos tipos de fetiches?

— No no no. Es que, bueno, dijiste que somos amigos ...

Seokjin se acercaba poco a poco a mí y mis nervios se ponían de punta.
Su cara estaba frente a la mía.

— ¿Tú te creíste eso de verdad? — en su rostro se plasmó una sonrisa irónica que daba bastante miedo, pero lo que realmente me hizo estremecer fueron sus palabras.

El dijo que éramos amigos. Pero, ¿Era verdad?.

— ¿Mentiste?— mis ojos empezaron a picar y mi corazón a apachurrarse.

— Claro que sí, eres muy ingenuo. — con su mano empujó mi cara contra la pared y tomó su suéter para marcharse.

Mis ojos se mojaron en lágrimas al instante.
No pude parar de llorar esa noche.

𑁍︎𑁍︎𑁍︎

Al día siguiente bajé de mi habitación y salí de mi casa sin desayunar. No tenía ganas de nada.

Al atravesar la calle una señora itentaba mover una pesada bolsa así que me acerqué para ayudarla.

Tomé su bolso para cargarlo pero la señora se asustó.

— ¡No! ¡Deja mis cosas! ¡Ladrón! — Empezó a gritar y por la impresión solté su bolsa y me empezó a golpear.
Sus golpes no dolían en absoluto pero la señora seguía gritando y personas se empezaron a acercar.

— Lo siento, lo siento. No era mi intención.— fue lo único que alcancé a decir.

Al sentir las miradas sobre mí me avergonzé y corrí para alejarme.

Corrí tan rápido como pude que nisiquiera me dirigí a la escuela.

Todo lo que hacía me salía mal. Me salía horriblemente mal.

¿Todo es culpa de este rostro?

No soy malo.

Juro que no lo soy.

Mis lágrimas por primera vez salían tan escandalosas de mis ojos y empecé a llorar como un niño pequeño que ha perdido la esperanza.

Me tiré en el primer lugar al que llegué y sostuve mis piernas llorando.

Si los angeles existieran quisiera que uno me llevara lejos ... Muy lejos ...

— Levántate de ahí. — Escuché una voz y alcé la mirada aún con lágrimas.

Pero no era un ángel, si no un pequeño diablo.