¡Hey tú! ¡El chico malo! ♡︎ 김남준 ; ☁️ TERMINANDA

75

Sostuve mi bicicleta y salí casi volando directo al centro de la cuidad, había pasado un año entero y tenía una misión especial.

Cuando llegué solté la bici que inclusive derrapó, los gritos de las personas me hicieron estar alerta y entonces me metí en la multitud para finalmente enfrentar aquel enemigo frente a mi.

— ¡No van a pasar sin antes pasar por encima de nosotros! — grité ya un poco desesperado.

— Jóvenes por favor retirense, es una zona peligrosa. — seguía decidiendo aquel hombre de traje que dirigía la derribación del parque ecológico Mang.

Todos gritaron en negativa y se tomaron de las manos.

— Namjoon Hyung ¿Lo trajiste?

— Sí, están en la bici. ¡Demonios la bici! — corrí buscándola y por suerte no se había roto nada. — Genial, toma, hay que repartirlos.

Aquello que Soobin repartió fueron los carteles para detener la deforestación masiva que el gobierno estaba a punto de cometer. Llevabamos dos días haciendo guardia que incluso qcamapanamos la mitad una noche y la otra mitad la otra noche.
Era peligroso debido a que querían quitarnos del parque a cualquier costo pero todo lo hacíamos cuidadosamente.

— Soobin, vuelvo en un rato, comparé algunos apreritivos para la noche.

— Claro Hyung, yo hago guardia.

Cuando retomé el camino con bici fui detenido por ... ¿Gánsters?

Seguramente el gobierno quería detener éste proyecto a costa de todo, intenté esquivarlos pero me bloquearon todas las salidas posibles y fue ahí donde quisas tendría que pelear para defenderme. Solté la bici y me preparé, no era exactamente muy fuerte pero con alguno quizás si podría. — ¿Quienes son ustedes?

— No necesitas saber quiénes somos, nosotros ya sabemos quién eres tú. Kim Namjoon el chico malo de ilsan.

¿El chico malo? Hace tanto tiempo nadie me llamaba así.

— ¿Qué quieren de mí? — mi pose en guardia y mi ceño fruncido no podía deducir quienes eran estos tipos y que querían. No sabía si los políticos del proyecto Mang estaban envueltos.

Aquel seis chicos se acercaban lentamente y cuando el primero tuvo una proximidad demasiado cerca le lancé el primer golpe que solo se pudo sobar la majilla. — Tranquilo, nuestro jefe quiere hablarte.

Lo sabía, los políticos puercos.

— Que venga entonces. — dije sin bajar la guardia.

Detrás de ellos apareció una séptima persona. — Vaya que el chico malo si cambió bastante, lanzó el primer golpe sin chistar.

Mientras achicaba la mirada para tratar de ver mejor a esta persona me sorprendí.

— ¿Me extrañaste? — volvió a decir y aquello fue una cachetada surrealista en cara. Kim Seokjin estaba al frente mío.

Sentí por un momento que la respiración se me detuvo y la sangre de mi corazón empezaba a bombear tan rápido que explotaría.

Bajé la guardia y corrí hasta él para abrazarlo. — Claro que te extrañé.

Era el día más feliz de mi vida.

Ambos nos sostuvimos un momento y después un poco más tranquilos nos sentamos a hablar.

— ¿Y estos chicos? ¿Los contrataste o algo así?

— Haha no, son chicos que conocí hace tiempo, son parte de mi antigua pandilla, pero tranquilo, ellos son buenos, ni siquiera saben pelear, solo intimidan.

Al fondo uno de ellos gritó. — ¡Kim Namjoon te admiramos!

— Al principio me asustaron haha.

— Cuando les dije que te conocerían se animaron a venir.

— ¿Y hace cuánto que llegaste?

— hace tres días, pero me tardé en organizar esto. — rió apenado. — quería sorprenderte.

— ¿Y como te fue? ¿Cómo está Soojin y tú padre?

— ¿Ellos? Muy bien de echo, por eso era momento de volver. ¿Y tú?

— Bien, justo ahora estoy en un proyecto para salvar el parque Mang del centro, algunos políticos quieren construir otro centro comercial ahí.

— Vaya que si has cambiado, en cambio yo soy el mismo tonto.

— Claro que no. Tu sonrisa es igual de deslumbrante.

— Vaya, apenas llegué y ya me estás coqueteando. Que atrevido. — jugueteó con sus manos y se tocó las mejillas mientras reía. — Aunque eres totalmente mi tipo, así que está bien. ¿Que harás en la noche?

— Acampar en el parque Mang. ¿Vienes?

— Bien, ¿por qué no?, parece buena idea una cita en un parque rodeado de policías. — reímos.

Cuando la noche se hizo presente y algunas personas dormían y otras hacían guardias Seokjin y yo nos miramos frente a una estufa eléctrica mientras calentabamos tofu. Seokjin se recargó de un árbol robusto mientras miraba las estrellas. — Realmente te extrañé.

— ¿Tu crees que yo no? — dije mientras recargué mi cabeza en su hombro.

— ¿Está bien si tomo tu mano?. Digo, está haciendo un poco de frío.

Asentí y lentamente juntamos nuestras manos y aunque mi cabeza estaba a la altura de su hombro podía escuchar claramente como latía su corazón.

— ¿Está bien si te beso? — pregunté.

— ¡¿Estás loco?! — reclamó bajito. — mira cuánta gente hay aquí.

— Está bien. Solo déjame estar así toda la noche.

— Pero se te va a quemar el tofu.

Y cuando nadie miró Seokjin me besó.