Kim Namjoon aveces es malinterpretado por su aspecto, él es una buena persona pero no muchos lo saben.
"𝒆𝒔 𝒖𝒏 𝒈𝒂𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓"
"𝒎𝒆 𝒅𝒂 𝒎𝒊𝒆𝒅𝒐 𝒔𝒖 𝒄𝒂𝒓𝒂"
"𝒅𝒊𝒄𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒖𝒗𝒐 𝒖𝒏...
El segundo año de preparatoria estaba por comenzar.
Tomo la mochila, una botella de agua, y me marcho a la preparatoria.
— ¡Demonios! ¡Estoy llegando tarde!
El reloj no estaba mintiendo y ya estaba retrasado.
Al llegar a la puerta de la escuela ya había varios chicos siendo castigados así que entré sigilosamente por el estacionamiento para no ser castigado, pero al saltar la barda caí sobre algo, o más bien sobre alguien...
— ¿E-estás bien?
Me preocupé de lastimar a el chico que se encontraba debajo de mí.
— Estoy bien no te preocupes.
El chico que tenía al frente me sonrió, me mostró la sonrisa de un ángel. Miré su rostro y parecía alguien que podría ser confundido fácilmente por un idol.
— Lo-lo siento ...
Estaba tan nervioso que no me dí cuenta que el chico seguía debajo de mí, así que rápidamente me levanté y separé de él.
— Me tengo que ir, nos vemos luego.— fue todo lo que dijo para después tomar su mochila y correr al lugar al que seguramente se dirigía.
No pensé que existiera alguien tan amable y bien parecido en este mundo.
Entré a mi salón y como siempre las miradas no faltaron, todas se centraban en mí.
"Hey, ¿el es Kim Namjoon? Pensé que no volvería a la escuela." "Cómo puede vivir con ese rostro." "Siento que podría golpearme." "Shh va a escucharte." "Dicen que podría patearte el trasero con los ojos cerrados." "Que miedo."
Cómo siempre lo único que hice fue ignorarlos, me metería en problemas si descubren que nisiquiera sé pelear, incluso podrían golpearme.
Tener esta cara no es del todo malo, puedo evitar problemas con los gánsters de la escuela por las historias que todos inventan de mi, incluso una vez dijieron que casi asesino a un sicario. Bobadas.
Al minuto entró el profesor con un alumno a su lado, y como todo cliché: era el chico de la mañana.
— Buenos días jóvenes, el día de hoy se integra un nuevo compañero, preséntate por favor hijo.
Incluso froté mis ojos para verlo de nuevo, definitivamente ese era el chico de la mañana, el chico al que le caí encima.
El ángel con la linda sonrisa.
— Hola, un gusto conocerlos, mi nombre es Kim Seokjin. Me gustan los deportes y la música. Espero que nos llevemos bien.— y sonrió de nuevo.
Al parecer yo no era el único absorto en su presencia. Todas las chicas estaban hablando de él y sobre lo bien parecido que era.
"¿No te parece apuesto?" "Está buenísimo" "También es amable" "Quiero conocerlo"
A la hora de la comida pasó lo que nunca creí que pasaría.
— ¡¿Dónde está ese imbécil?!
Un tipo de tercer grado entró gritando a mi salón, posiblemente era un gánster, buscando pelea.
Algunos preguntaron que de quién se trataba y muchos me miraron a mí. Yo no conocía para nada a ese tipo.
— ¡Al estúpido de Kim! Sal ahora mismo basura, voy a romperte la cara.
Mi corazón empezaba a acelerarse, seguro me buscaba a mí por las historias que los chicos de mi clase inventaban de mí. El chico al no obtener respuesta intentó entrar pero justo se acercaba un profesor así que dió su último aviso:
— ¡Imbécil! Te veo afuera en cinco. Si no eres hombre muerto. — y salió cabriado del coraje.
Todos me miraban. Yo nisiquiera conocía a ese tipo y me temblaban las piernas al pensar en la paliza que podría darme. Las miradas empezaron a presionarme y las voces a acorralarme.
"¿Acaso él es un cobarde?" "Sí no baja ese chico volverá a darnos problemas" "¿De verdad está ignorando el aviso del gánster?"
Quizás si bajo y le explico todo a ese tipo las cosas se arreglen y no me golpeé. Sí, eso haré.
Tomé valor y me levanté de mi asiento para ir a dónde esperaba ese chico, y con valentía le hablé:
— Emm, mira, voy a ser honesto contigo..— estaba tan nervioso que mi cara parecía molesta, ojalá no me golpeé.
— Así que ese maldito imbécil mandó a un estúpido matón con cara de gánster. ¿Por qué no viene?, ¿Acaso es un maldito niño?.
— ¿He?— estaba tan confundido...— Disculpa ¿Quién?
— Tu maldito amiguito, Kim Seokjin.
¿Kim Seokjin? ¿El chico nuevo? ¿La sonrisa de Ángel? ¿Cómo es que se vió involucrado con este sujeto? Podría lastimarlo de un golpe.
— No hables mierda a mis espaldas, maldito gordo.
Y él llegó. Pero, No era él.
Parecía alguien distinto.
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Autora: Hola me gustaría que siguieran ésta nueva historia y le dieran una oportunidad, es una historia con la que llevo trabajando un tiempo y me gustaría que la disfrutarán mucho 💜
