Margarita y Jeju | Jeon Jungkook © ✔ [EDITANDO]

~•°30°•~

♡˖Andrea˖♡

Nawebona de pepa e' mango tan buena, estaba en casa de unos tíos y me habían ofrecido unos mangos, me llevé como cinco y este era el segundo que me comía, están dulcitos nojose, que vaina pa buena.

—Andreita come de todo vale, le voy a dar un plato de sopa e rabo e lo que'—uno de mis tíos dijo de usando su acento del campo.

Uy eco, rabo.

—No vale si esa carajita no come un coño—si soy—no come pescado, ni yuca, ni avena, ni sopa a menos de que tenga pollo pero le deben quitar la yuca y la auyama, ni fororo, no come tamarindo ni guanabana, ni lechosa solo en jugo al igual que el melón y no tolera el hígado—le contó mi abuela mientras yo seguía chupando el mango, upa cachete.

—¡Andrea te están llamando por teléfono!—me paré de la amaca y le pedí que contestará mientras me limpiaba la boca y las manos.

—¿Alo?

—¡Chama!, ¡Chama!—Rosé—ya te compre el boleto para que te vengas, todo está listo, el vuelo es para dentro de tres semanas.

—¿Qué?

—¡Que ya te puedes venir!

¿Cómo que ya me puedo ir?, No entiendo, ¿Ya?, ¿Ya?

—¿Alo?, ¿Estas ahí?

—Sí—me tape la boca con la mano—marico, ¿Por fin?

—Siii chama—chilló feliz.

Me, yo, o sea, yo, coño.

¿Tas llorando?

A pues.

Sisa mana tas llorando.

No vale, yo soy pura tipa seria.

Mírate los cachetes gafa.

Me toque los cachetes al sentirlos calientes y humedad en ellos, y efectivamente estaba llorando, mi nariz inmediatamente ya estaba aguada y tenía un nudo en la garganta, al fin me iba, me sentía demasiado rara, estoy feliz pero al mismo tiempo estoy preocupada/rara por dejar a mi abuela, amigos y familia pero realmente necesitaba esto. Todo lo hacía por mi y mi futuro, lo merezco.

(...)

Mi tarde se baso en ir apartando algunas cosas materiales que me llevaría y en alistarme ya que ya era hora de avisarle a Jesús todo lo que ocurría y desde cuándo tenía planeado irme, estaba nerviosa ya que estas últimas semanas he sentido una tensión entre nosotros y realmente no quiero que se cague todo por no tener el valor de decirle antes, aunque creo que sí hubiera sido así el tiempo que pasáramos juntos sería pensando que se acortan los días y no me parecía, decidí disfrutar esas semanas con el y mis amigas sin tener en mente eso, aunque para ese entonces no tenía ni idea de mi repentina partida.

Me hice un moño y agarré mis llaves para salir de la casa ya que el me estaba esperando en el Maracay Plazas, un centro comercial que estaba a menos de una cuadra de mi, estaba semi abandonado de ni ser por los trabajadores y por la panadería de la planta baja, vendía delicias ahí. Llegué justamente a ese lugar viéndolo con dos cafés y unas bombas y galletas.

—Hola, Andre—besó mi mejilla—¿Que tal todo?

—Todo bien, ¿Y tú?—tome el café que me extendía—Gracias.—Sonreí.

Caminamos hacía unos bancos se cemento que estaban cerca de la fuente que estaba en todo el medio del centro comercial pero está no servía, y las mesas que tenía la cafetería ya no estaban ahí, las habían robado junto a las sillas. Típico de Venezuela.