Epílogo

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Eran las 4 de la mañana, los chicos ya estaban en el aeropuerto de Icheon, Jungkook y yo teníamos que tomar un tren de dos horas hasta Seoul y de ahí ir al aeropuerto. Salimos de casa de sus padres, nos despedimos y subimos al auto de su hermano y este nos dejó en el terminal de trenes de Busan.

Bajamos rápidamente ya que nuestra línea estaba por salir, al estar ambos dentro del tren buscamos nuestros asientos en la zona de primera clase, nos sentamos y esperamos a que empezara a avanzar. Cerré mis ojos y coloqué mi cabeza sobre el hombro de él y me quedé dormida sin saber cuanto tiempo exactamente.

Al abrir mis ojos noté que quién dormía era Jungkook y que ya estábamos por llegar a la estación de Seoul.

Eran más de las seis y media cuando ya habíamos llegado al aeropuerto, conté a todos los que iban en el mismo vuelo que nosotros.

Jin.
Yoongi.
Hoseok y Victoria y Valentina, que eran un caso aparte, otra historia.
Namjoon y Chay.
Jimin.
Taehyung.
Jungkook y yo.

—¿Qué tan seguros están de ir?—Chay preguntó algo insegura, yo estaba igual, realmente viajar hasta allá era sentir como si vieran tu peor lado sin ser tu.

—Muy seguros, además ustedes dijeron que si estamos en los lugares turísticos es como no notar tanto el verdadero problema.

—Igualmente lo van a Notar, Taehyung—lo miré y me encogí de hombros—¿Rosé no viene?

—Está llegando con las chicas—miré a Jungkook sorprendida—ah sí, de última hora las demás integrantes de blackpink viajan con nosotros pero son invitadas de Rosé.

—Coño tener a Jennie en el mismo espacio es un sueño—Chay comentó cómo niña soñadora mientras Nam la miraba con una sonrisa—aunque un sueño, sueño fue coronarme a Namjoon.

—No se que es coronarme pero sí, claro que fue un sueño.

(...)

De Seoul iríamos a Ciudad de México y de ahí tomaríamos otro vuelo hasta nuestro destino.

—Amor, me dijiste que tus padres estarían ahí para tu cumpleaños al igual que tu abuela y tíos—miré a Jungkook y asentí—¿me vas a llevar?—ladeó su cabeza y yo me quedé pensando.

—¿A casa de mi abuela?—asintió—¿de verdad quieres ir?

—Por algo te lo digo, tontita—tomó mi teléfono y tomó una foto desde su asiento por la ventana del avión.—quiero conocerlos.

—Está bien, iremos al hotel Humbolt y luego a Maracay para ir a casa de la abuela, ¿bien?, ¿entendido?—asintió volvió a ver por la ventana yo tomé su mano y la empecé a acariciar—te amo.

Él sonrió y me miró, sus ojos tenían un brillo hermoso, entrelazó nuestras manos y me dió un corto beso mientras acariciaba mi cachete y luego colocaba su cabeza en mi cuello para susurrar cosas lindas y dejar besitos en el.

Al llegar a México o para ser exactos: Ciudad de México hicimos una parada de unas horas en el país, fuimos a comer, nos tomamos fotos, compramos recuerdos y ya al ser la hora del próximo vuelo volvimos al aeropuerto.

—¿A que hora dice que sale el vuelo?

—A las 6:40am en hora mexicana. Ya sabes 2 horas de Busan a Seoul, y de Seoul a México fueron 18 horas.

—¡Qué emoción vamos a conocer su país, chicas!

—Ni tanta emoción realmente—Valentina de cruzó de brazos y Lisa la miró extrañada—es raro, se siente como si fueran a ver algo totalmente diferente a lo que ya acostumbran de nosotras.

Margarita y Jeju | Jeon Jungkook © ✔ [EDITANDO]Where stories live. Discover now