CAPÍTULO 2

335 22 13
                                    

•❅──────✧❅✦❅✧──────❅•

VICTORIA

JUNIO 28, COMANDO MILITAR.

Las lágrimas se esparcen por mis mejillas y siento el ardor en mi nariz por las mismas, las cabezas de mis amigas se recuestan sobre mis piernas y hombros mientras lloran en silencio, ellas están igual de destrozadas que yo.

Ese es el peligro de conectar con alguien, porque la conexión se encarga de hacerte sentir como esa persona.

Cuando estás en el ejército, la policía, FBI. etc debes comprender que estas cosas pasan, desde antes de ser oficialmente parte del ejercito llevo viendo los peores y más desgarradores casos.

Pero una cosa es verlo y otra cosa que te pase a ti.

No es que me sintiera como una persona inmortal pero yo soy demasiado buena en lo que hago y lo que me sucedió solo me pone en duda mi nombre y cargo. Tal vez estoy siendo muy dura conmigo misma pero yo soy mi única crítica, la única que me diré la verdad a la hora de que salga a la luz y yo siempre estaré para mi.

Mis amigas me adoran y soy consciente de ello, pero nunca me dirían algo que me lastimara o hiriera de forma permanente como lo haría yo misma hacia mi. Soy demasiado importante para ellas y morirían por mi o cualquiera de los Elegidos.

— Vamos chicas, bajemos a comer algo y vamos a descansar. —digo intentando verme lo más tranquila posible— Lo necesito.

Las chicas se ponen de pie y se pasan las manos por la cara para limpiar las lágrimas, verlas así me está matando y la culpa crece más y más dentro de mi.

—Podemos pedir servicio a la habitación. —dice Brooke— No quiero que te vayas a sentir presionada con nada.

La miro. Es tan afectuosa, llora si lloras, esta feliz si estas feliz, es la persona menos egoísta del mundo y una dulzura. Niego y todas nos limpiamos la cara, tomo mi un suéter saliendo por el pasillo en silencio.

Reparo la hora en mi reloj en mi muñeca derecha, este reloj lo tenemos todos los que trabajamos aquí envía nuestros signos vitales a las oficinas de inteligencia a través de un chip que tenemos en el cuello, tiene la hora militar y cada vez que nos necesitan vibra y nos indica a donde tenemos que ir.

Si en algún momento no tenemos el reloj como solemos hacerlo cuando estamos en una misión, el chip manda las señales de nuestros signos vitales y manda nuestros niveles de glucosa, pérdida de sangre etc. Agradezco tener el chip ya que cuando me secuestraron yo no tenia el reloj y el chip enviaba los signos vitales a las oficinas de inteligencias y eso le daba la esperanza de saber que estaba viva a todos, la ubicación por una extraña razón no funciono.

Sino, hubiera sido una misión a ciegas, no hubieran sabido si ir por mi o no. No hubieran sabido si iban por un cadaver o por un vivo.

Caminamos hasta el ascensor para dirigirnos a la cafetería. Punzo el botón del ascensor y este tarda dos minutos en llegar el silencio entre nosotras es tan incomodo. Unos chicos salen del elevador hablando animadamente y cuando me ven su rostros se desfiguran, pero al final me dedican una sonrisa y se van.

Todos están felices hasta que me ven, lo odio.

El sonido de un móvil me saca de mis pensamientos, Ivana se mueve a una de las esquinas del ascensor poniéndose el móvil en una oreja:

— Hola... si, vale llegaré en diez minutos. —hace una pausa— Vale te quiero, pon a Madison en la cama. —dice y luego cuelga.

Guarda el móvil en su bolsillo.

TÚ Y YOWhere stories live. Discover now