CAPÍTULO 27

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SAMUEL

Septiembre 6, Washington Estados Unidos.

Paso mi brazo por su cintura aferrándome a su espalda, su cabello se esparce por toda la almohada y su perfume está en mis sábanas y mi piel. Me alejo un poco de ella y pongo un brazo para sostener mi rostro para mirarla.

Se ve vulnerable, su piel pálida brilla con la claridad que entra por el ventanal, las ojeras han desaparecido levemente aunque siguen ahí. Pero eso no quita que se vea preciosa, lo dice un hombre que se ha acostado con las mujeres más hermosas, más voluptuosas y de esas que desprenden sensualidad. Cada mujer con un diferente sustantivo en su cuerpo.

Pero Victoria Marchetti los tiene todos, voluptuosa, malcriada, loca, rostro angelical y alma diabólica.

<<Te amo Samuel Hoffmann>>

Recuerdo su voz entre jadeos, como me grito y dijo que me amaba. La fría Victoria Marchetti se me ha declarado y eso me ha dado un poder que nadie más tiene, llenándome el ego mucho mas. Es la única que me hace correrme cuando me grita.

Me pongo de pie y camino al baño, me lavo los dientes y me hecho agua en la cara. Tomo una toalla del armario y me seco la cara mientras veo el cuerpo desnudo que yace en mi cama.

No me gustó verla como llegó anoche, y estuve apunto a no abrir la puerta. Me dió una rabia el que se fuera a Italia y me dejara tirado.

La sabana cubre parcialmente su culo dejando ver la raja parcialmente, esta acostada sobre su estómago, su cara está apuntando hacia el ventanal y sus pechos están contra el colchón, sus brazos están abiertos y ocupa toda la cama.

Por eso me iba a caer durante la noche.

¿Como le explicó que es lo mas perfecto de todo mi puto universo?

Ella no tiene comparación, no se compara con Oriana, no se compara con las mujeres que he follado, no se compara con ninguna otra. Simplemente no tiene comparación. Doy pasos hasta quedar del otro lado de la cama, observo su rostro, los ojos están cerrados, las espesas y largas pestañas caen sobre ellos, un mechón de cabello se desliza por su rostro que parece tallado por el mismísimo diablo, debido a que ella es una obra que lleva directo al pecado ante los ojos de un hombre.

¿Como podría culpar a cualquiera que la mirara? O peor aún... ¿La deseará?

Pero el que gano fui yo, ella está enamorada de mi y me ama a mi. Con solo recordar el "Te amo" salir de su boca quiero tirármele encima, follarla y desatar ese espíritu ninfomaníaco que lleva dentro, que sólo sale cuando está conmigo.

<<Quiero follar ese coño y ese culo hasta que cualquiera de los dos muera.>>

Me pongo de pie, recojo los sweatpants y salgo de la habitación. Como siempre Victoria ni se inmuta de ello, me pregunto como es que es soldado, una bomba puede explotar a su lado y no podría despertarla.

Tomo el móvil que deje en el salón, tengo varias llamas perdidas y mensajes que no pienso contestar especialmente los de Oriana y los de Sebastián. La lluvia sigue cayendo a grandes cantidades a través de la ventana.

Tomo el móvil y llamo a Bryant, para que traiga desayuno para dos. Quiero que coma. Fuera hay un diluvio y parece que no tiene intenciones de parar.
Enciendo un cigarrillo, me siento junto a la ventana mientras veo la lluvia caer, y suelto humo por la boca a grandes bocanadas.

TÚ Y YOWhere stories live. Discover now