my kind of woman

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Ineffable Wives

Hace aproximadamente veinte minutos que no despejaba la mirada de la botella que tenía en manos, así que soltó una risa.
Todo el día había estado bebiendo, simplemente porque no tenía nada mejor que hacer. Muchas veces pensó en visitar a Aziraphale, pero no quería llegar así como así.

Apestaba, muy seguramente, a mierda, pero aún así se veía genial, pensó para sí.

Caminó de forma torpe hasta la puerta de su habitación buscando un espejo. ¿Dónde tenía los espejos?, oh, en los baños. Retrocedió hasta poder llegar al baño, donde pudo verse, con el cabello revuelto, la camiseta mojada esperaba que por el sudor, los labios rojos junto con las mejillas y los lentes en su lugar, al menos.
Sonrió y luego puso su mirada seria. ¿Qué podría hacer para llamar la atención de la rubia?

Pensó mientras trataba de tener los ojos abiertos y el equilibrio aferrándose al lavamanos, empezando a tararear una canción que probablemente se le había pegado de algún tonto comercial, cosa que le dió la magnífica idea de: ¡Llevarle serenata!

"¿Losss mariachiss se sssabrán la de 'Los Malaventurados No Lloran'?"




























Pasó otra media hora buscando un mariachi disponible a las cuatro de la mañana lo cual la respuesta era no, y los que estaban disponibles le decían: 'No señorita, no tenemos en nuestro catálogo esa canción
¿No quisiera elegir algo menos... edgy?' Cosa que la hizo enojar.

"No hay de otra, tendrá que sser a la antigua." se arrastró de su escritorio en donde estaba acostada de regreso a su habitación por una de sus botellas de vino más llena a la cuál le habló. "Tú, mi amigo, me vas a acompañar a que mi dulce ángel me diga que sssí quiere todo conmigo."

Vió de arriba para abajo, luego dió la vuelta torpemente sobre su propio eje buscando algo.

"¿Y dónde dejé el amplificador?"

Buscó desesperadamente en toda la habitación el objeto con micrófono en mano mientras tarareaba la canción que realmente le iba a cantar con todo el corazón a su amada.

"And I'm down on my hands and knees, beggin' you please, baby show me your wor- ¡Aquí está!" cargó en sus brazos el preciado amplificador, el micrófono aún en mano, posteriormente se tambaleó hasta ponerse de rodillas y tomar la botella de vino quedándose en esa posición. "Si no termino así haciéndole algo a Aziraphale, me pondré triste." vió de reojo a la botella. "Tú sssabes a qué me refiero."

Corrió fuera de su departamento bajando las escaleras de las cuales casi se cae para irse rodando.

Llegó al Bentley, puso todo en el asiento del copiloto a excepción de la botella a la que le dió un gran y sonoro sorbo.

Manejó como ya le era costumbre para poder llegar más pronto adonde su angelito sin ninguna angustia ni necesidad de esquivar a personas o autos ya que las calles estaban desiertas. Todos estaban dormidos a esa hora, aunque estaba muy segura que Aziraphale no era parte de ese montón, conocía a la rubia y tenía conocimiento que tenía la maña de desvelarse leyendo ya que no estaba tan acostumbrada a dormir, cuando lo hacía era completamente adorable.

Llegó a la antigua librería del Soho, se bajó torpemente del Bentley, se dirigió al otro lado del automóvil y bajó estrepitosamente amplificador y micrófono.
Volvió a meterse al coche para tocar fuertemente el claxon con la esperanza de que la rubia se asomara a ver de que se trataba el escándalo. Y afortunadamente así fue.

La de ojos coloridos había abierto uno de los ventanales del segundo piso del local con una mirada más que confundida, le sorprendió que Crowley estaba por ahí saludándole entusiasmada, pero más le sorprendió que ninguna persona que estuviera por ahí se hubiera despertado a ver de dónde provenía el fuerte sonido para quejarse con el causante.

"¡Ángel! Sssabía que estabas despierta." se oía claramente el arrastrar de sus palabras al igual que el siseo que provocaba, por lo cual supo al instante que la pelirroja se encontraba ebria.

"Sabes que no soy muy fanática de tomar siestas, Crowley."

La contraria asintió aturdida acomodando como pudo el amplificador y tomando fuertemente el micrófono sin soltar en ningún momento la botella.

"¿Necesitas ayu-?"

"¡Te traje serenata!" volteó a verle con una sonrisa de oreja a oreja contemplando la mirada confundida de la más baja que seguía por el ventanal con las mejillas sonrosadas por lo que había dicho.

"¿Tú nada más?"

"Sseh... los mariachiss no se saben las canciones que quería."

"¿Mariachis a las cuatro de la mañana...?"

"¡Por supuesto!" se tambaleó cuando por fin se puso recta y la música empezó, no mucho tiempo después cantó lo más suave que podía hasta tal punto que Aziraphale olvidó el hecho de que estaba en media calle en la madrugada, con botella aferrada en mano y ebria a más no poder. ¿Pero que importaba?, se dejó llevar por las líricas tan simples que eran complicadas de digerir si es que le encontrabas un transfondo que les involucrara junto con sus miradas cargadas de alegría por parte de la pelirroja que estaba alegre de que su ángel no la haya echado de ahí por lo tonto de toda la situación.

La de ojos azules se recargó en la barandilla sonriendo y observando cada detalle.

"You're my, my, my, my kind of woman." siguió cantando después de terminar nuevamente hincada ante la adrenalina del momento y el alcohol circulando por su cuerpo volteando a ver como es que la rubia la veía atentamente con esa tierna mirada que siempre le había encantado. todo era tan perfecto hasta que...

Vomitó.

Claro, ¿ustedes creen que no lo haría tomando en cuenta que estuvo un día entero alimentándose de vino?

La mirada se le nubló después de sacar todo lo que su organismo no soportaba mientras escuchaba una leve vocecita, a la cual no dió importancia porque estaba exhausta.






























No sintió que fue tanto tiempo en el que estuvo inconsciente, pero muy seguramente sí lo era.

Abrió lentamente los ojos los cuales ya no estaba cubiertos por sus lentes de sol, lo cual era más irritante.
Cuando pudo ver mejor reconoció de inmediato el techo que tenía de vista y sonrió pequeño.

"Obviamente que me llevaría dentro, es un ángel a pesar de todo." dijo con la voz ronca para después callarse rápido al escuchar unos pasos en la madera que le hicieron enderezarse para mostrar señales de vida.

"¡Despertaste!" los pasos se apresuraron hasta llegar lado suyo y siendo cálidamente saludada con un cálido beso que le hizo enrojecer hasta las orejas.

"Á-ángel."

"Te traje un gran vaso de agua y algunas aspirinas para el dolor, sé que te tiene que doler la cabeza ya que no te quitaste lo ebria con un milagro." no respondió y se tomó una aspirina junto con el vaso que terminó de un solo sorbo ya que sentía la garganta seca, aunque no llegaba a superar el sufrimiento que su cabeza le estaba dando.

"Uh... gracias."

"Oh no, nada de eso, con lo de la madrugada tengo suficiente." sintió la suave y calida mano taparle su propia mano.

"¡Espera! ¿Tú... entendiste para que lo hice...?"

"Vaya forma de declaración querida."

"Ugh, ni me lo digas, pero lo puedo arreglar. ¿Quieres ir al Ritz?"

"¡Claro que sí!" le vió unos cuantos segundos sin decir palabras alguna hasta que la pelirroja la interrumpió.

"¿Qué pasa? ¿Te sientes bien?"

"Estaba analizando y... tú también eres mi tipo de mujer, Crowley."

𖤐⤸₊˚we are an angel and a demon • ⁱⁿᵉᶠᶠᵃᵇˡᵉ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗˢWhere stories live. Discover now