skyfall, part one

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Human AU

El cielo se estaba rompiendo.

Y el suelo se estaba partiendo en mil pedazos.

Todo había empezado un sábado que pintaba a ser un día común y corriente, con miles de posibilidades a ocurrir.

Y se le hubieran ocurrido mil actividades menos estar corriendo por las calles de Londres mientras se escuchaba de fondo como seres inquietantes se retorcían al salir del concreto y miles de personas o eran capturadas por esos seres o estaban tratando de encontrar un refugio, así como él lo estaba haciendo.

Nunca había sido característico de él ser atlético, así que le había resultado totalmente sorprendente haberse alejado lo suficiente del Soho y del centro de Londres para no ser capturado por los seres.

Se detuvo solo un momento a recuperar un poco la respiración antes de seguir corriendo hasta que sintió que sus piernas se aflojaban a cada paso que daban.

A cada metro que recorría repasaba una y otra vez dolorosamente qué sería de él a continuación.

No tenía un plan, no tenía a dónde llegar nunca más, no tenía a absolutamente nadie que a sí mismo. Y no estaba seguro de qué estaba pasando en concreto. Solo sabía que estaba en peligro extremo.

El cielo crujía arriba suyo, como si de un vidrio se tratase. Un vidrio que cubría una gran luz, ya que cada vez que se agrietaba, un rayo blancuzco salía. Pero a diferencia del suelo, de este no emergía absolutamente nadie a descuartizarlo o a raptarlo. Solo estaba causándole más ansiedad.

Apenas reparó que se había detenido en el parque Richmond, el cual estaba terriblemente desierto. Suspiró hincándose en el pasto partido y lleno de tierra. Oh, si fuera cualquier otro día lo hubiera pensado dos veces antes de hacer eso, porque seguramente sus pantalones caqui se encontraban sucios, pero no este día.

Aunque el alivio le duró poco cuando escuchó unas voces acercándose a su locación, por lo que, rápidamente, se levantó y se fue a esconder atrás de un árbol cercano.

"¿Entonces toda esta área está limpia?" dijo la primera voz. La cual era dura y lúgubre.

"Sí." le respondió una segunda voz, la cual era igualmente dura, pero no tan sombría como la otra. "Reino Unido ha quedado vacío, ni un solo humano."

Él se removió ante la impresión, ocasionando que moviera un par de hojas de un arbusto vecino. Los desconocidos se dieron cuenta.

"¿Qué fue eso?"

"Probablemente algún ciervo, este lugar tiene muchos."

"Ah."

"Lord Beelzebub mandará una pequeña patrulla a deshacerse de los animales mañana en la mañana. No queremos ningún tipo de intruso en la guerra."

"No puedo esperar a que los imbéciles de arriba se dignen a bajar."

"Yo tampoco veo la hora de que los caídos tengamos nuestra victoria." fue lo último que escuchó antes de que el piso se moviera bruscamente, como si se volviera a abrir.

Asomó temerosamente la cabeza a la dirección de las voces, encontrándose con que el lugar estaba vacío.

"Oh, por amor a lo que sea." susurró temblorosamente abandonando el árbol en donde se escondía.

Las lágrimas acariciaron su mejilla cuando por fin la realidad le golpeó.

"¿Soy... el único ser humano que queda aquí?" dijo apenas viendo a su alrededor desamparadamente, con la leve esperanza de ver a alguien; algo que obviamente no pasaría.

𖤐⤸₊˚we are an angel and a demon • ⁱⁿᵉᶠᶠᵃᵇˡᵉ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗˢWhere stories live. Discover now