𖤐⤸₊˚we are an angel and a demon • ⁱⁿᵉᶠᶠᵃᵇˡᵉ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗˢ

freckles -remake- |nsfw|

Era un día fastidioso en el infierno, como siempre. Reportes, papeleo, vigilar a los estúpidos de sus empleados y lidiar con su propio mal humor.

Y hoy era peor porque la aberración del traidor vendría a darle un reporte del lugar que se suponía que ya no existiría.

"¡Heeey, mi lord!"

"Demonio Crowley, no es para nada un placer volverte a ver."

"Ah, no diga eso, sé que en el fondo me extrañó." plasmó una sonrisa en su rostro, en la forma en la que sabía que su jefe odiaba.

"Ugh, sólo cállate y pásame tu reporte." mencionó toscamente observando al pelirrojo, percatandose de algo no tan perceptible al instante.

El imbécil frente suyo tenía algo extraño en el rostro, pero no sabía bien qué. Pensó en posibilidades, pero no podía recordar bien cuáles existían.

"¿Y a ti que te pasó?, ¿por qué de repente tan feliz?"

"¿No lo puedo estar?"

"No, me irrita."

"Mejor aún."

"Lamiste la pared antes de venir aquí, ¿no es así?"

"Pff, nah, no es por eso."

"¿Entonces?"

"La vida es buena a veces."

"Mejor cállate, Crowley."

"¿Celos?" el príncipe giró los ojos por el repentino comentario positivo del demonio, se supone que ese era un lugar de miseria, no había lugar para las cursilerías del pelirrojo.

"Prozzzigue con tu reporte."

Afortunadamente el sufrimiento de tener frente suyo a Crowley se había terminado, le dió la hoja donde, en la letra más descuidada que podría existir, narraba todas las 'fechorías' de meses anteriores.
Aunque seguía con el recuerdo del pelirrojo, sobre todo su filosa y tonta sonrisa y sus tontas manchas en el rostro.

"¡Dagon!" llamó sabiendo que el ojiambar se había alejado de su oficina lo suficiente como para no escuchar. El mencionado no tardó mucho en llegar.

"¿Sucede algo, mi lord?"

"Siempre sucede algo aquí, idiota. Pero necesito tu ayuda con algo," el otro se quedó esperando a que le dijera que era eso. "¿Viste al traidor?"

"Acaba de salir de su oficina, mi lord."

"Lo sé, lo que quiero decir es que si le viste la estúpida cara."

"No dejaba de sonreír."

"¿Y sólo viste eso?"

"Es todo lo que alcancé a ver."

"Hm... ¿recuerdas nombres de algunas extrañas cosas que tienen los humanos en la cara?"

"¿Narices?"

"¡No!, no me refiero a eso. Hablo de algunas manchas que podrían tener en la estúpida cara."

"¿Como granos?"

"Ajá, algo así, pero estoy segure de que no eran granos lo que tenían."

"¿Manchas del sol?"

"No, el imbécil vive en Londres, apenas y sale el sol ahí."

"¿Lunares quizá?"

"Algo parecido..."

"Espinillas."

"Los lunares no se parecen a las espinillas."

"Pero aparecen en el rostro."

Beelzebub se quedó en silencio un momento pensando en las posibilidades, hasta que al fin chasqueó sus dedos.