meeting

1.2K 107 51
                                    

Tercera parte de "dressing room" que nadie pidió.

David Tennant & Michael Sheen

'El mundo es un pañuelo', se podía repetir una y otra vez esa frase mientras encontraba ciertas personas que ya conocía. Muchos colegas, conocidos y leves desconocidos, entre ellos, uno que llamó su atención desde el primer momento que lo vió: un poco más bajo que él, cabello rizado, labios rosados y unos ojos hazel que vió de reojo. Tenía que acercarse, claro que debía, no se lo perdonaría si no lo hiciera.

Así que lo que hizo fue vagar por ahí como si nunca lo hubiera visto, caminó, saludó a gente, cortó posibles largas conversaciones hasta quedar casi al lado del atractivo hombre que había captado su atención.
Fingió demencia volteando lado a lado hasta chocar con el hombro del otro.

"¡Ow!, lo siento." pronunció rápidamente. "No ví que estabas ahí, que despistado."

Su risa dió armonía al momento y lo ató a su cometido.

"Así sucede, no te disculpes por nada." la sonrisa después de hablar lo había condenado por completo.

Que ni siquiera piense que se va a deshacer de mi, pensó.

"David." extendió la mano hacia el otro para estrecharla con la suya, pero en lugar de darle un apretón, el más alto la acercó a su rostro para plantar un beso en el dorso provocandole un sonroso por la gratificante sorpresa.

"Que caballeroso, David... Tennant." adivinó. "¿No es así?"

"¡Oh!, ¿haz escuchado sobre mi?"

"Eres del que más me han hablado en toda la velada."

"Espero que cosas positivas."

"Ah, por supuesto, no te preocupes por eso, dudo que hayas escuchado de mi, me suelen confundir con Martin Sheen." soltó otra de sus espléndidas risas que le seguían cautivando. "Michael Sheen, mucho gusto."

"B-bueno, entiendo el porque la confusión, aunque no creo que me pase si solo recuerdo que uno es un atractivo hombre que me acompañó a salir de aquí." sonrió con todas sus fuerzas tratando de no morir de nervios ante sus encantos.

"¿Salir?, ¿de qué hablas?"

"No soy muy de este tipo de fiestas, prefiero estar en casa viendo alguna tonta serie de televisión."

"¿Y por qué no rechazaste simplemente la invitación?"

"No quería verme descortés, pero ya vine, ahora me voy, ¿me acompañas?" extendió su mano con el terror latente del rechazo. Cosa que no pasó y su mano sintió la otra.

"Te acompaño, no tengo nada que perder honestamente."

"Asombroso." ofreció su brazo para que el rizado lo enredara con el propio y caminar juntos. "¿Tienes hambre? Conozco un buen lugar que vende pescado con papas fritas."






























Y ahí estaban ellos, dos actores británicos en buenas ropas comiendo papas fritas mientras hablaban sobre banalidades que les pasaban en la vida diaria, David lo consideraba una cita realmente muy improvisada aunque ni siquiera sabía si era una cita para empezar, así que dejó pistas de un severo coqueteo entre conversaciones para mostrar su principal interés.

Algo que se le dificultaba al tenerlo tan cerca de él –no taaan cerca pero lo suficiente–, solo podía fantasear en qué tan suaves eran sus labios, si lo eran así de suaves como sus manos lo eran o más.

"¿Cómo... cómo es que eres tan guapo?" lo observó directamente a los ojos notando sorpresa en el otro. "Quiero decir, hasta lastima que lo seas. ¡Y no!, no me lastima en el ego, más bien me lastima en mi fuerte atracción hacia ti."

𖤐⤸₊˚we are an angel and a demon • ⁱⁿᵉᶠᶠᵃᵇˡᵉ ᵒⁿᵉˢʰᵒᵗˢWhere stories live. Discover now