CAPÍTULO 41

389 86 5
                                    

Ferry.


A las ocho en punto de la mañana, Yan Junxun y Shi Shanyan estaban sentados en la sala de investigación de la Oficina de Inspección a tiempo.

—Llegaron muy temprano —Piao Lin se sentó y, mientras ajustaba la temperatura de la habitación, preguntó—: ¿Han desayunado?

—Sí —Shi Shanyan suspiró intencional o inconscientemente, mirando la información de Liu Chen—. Nos levantamos temprano.

Yan Junxun se recostó en la mesa para dormir, haciendo oídos sordos a su conversación. El día de hoy llevaba una camisa blanca, con un brazo alzado cubriendo su rostro, manteniéndose al margen.

—¿El Sr. Yan no descansó? —Jue preguntó suavemente.

Yan Junxun no dijo una palabra, como si se hubiera dormido.

La sala de investigación estaba un poco tranquila. Después de un rato, Jiang Lian abrió la puerta para entrar. Colocó los materiales sobre la mesa y les dijo:

—Liu Chen está aquí.

—Buenos días a todos —Liu Chen entró por la puerta completamente sonriente. Hoy también portaba una corbata y había pulido sus zapatos, muy estilizado. Se sentó en la silla bajo el gesto de Jiang Lian y dijo con mucha cortesía—: Gracias, gracias.

—No es fácil pedirte que vengas aquí —Jiang Lian descansó su brazo en el asa de la silla—. Tienes que ser programado.

—Ha habido una gran cantidad de invitaciones para entrevistarme recientemente, estoy muy avergonzado. —Liu Chen se quitó la chaqueta de su traje y, naturalmente, sus ojos recorrieron a todos en busca del perfilador. En un tono discretamente curioso, preguntó—: ¿No sé quién es el perfilador?

Yan Junxun no le prestó atención a Liu Chen. Sus hombros esbeltos estaban ocultos detrás del asiento y el sonido de la respiración constante se enterró en sus brazos, como si se encontrara en un profundo sueño.

—¿Quién crees que es? —Shi Shanyan cerró el documento y miró a Liu Chen con sus manos juntas.

Liu Chen le dio un vistazo a Shi Shanyan. Tan pronto como entró por la puerta, lo había notado, pero, en este momento, tuvo que fingir una gran sorpresa. Él dijo:

—Eres tú. Ayer estuve muy feliz de hablar contigo. Siempre he tenido curiosidad por ti y quería hacerte una entrevista. Pero, ¿sabes? Aún tenemos algunos malentendidos que no se han resuelto.

Liu Chen le estrechó la mano mientras asumía una postura de entrevista, aparentando que no tenía reclamos por las cosas que le habían metido en problemas ayer, y habló con facilidad:

—Ya sea este caso o el de Chen Xiulian, cooperaré y explicaré lo que sepa.

—Hoy no será un contrainterrogatorio. —Jiang Lian bajó sus anteojos, hablando sin emoción—: Tan solo es una simple indagación. Piao Lin, empieza.

—De acuerdo. —El costado de Piao Lin se iluminó con una pantalla y se mostró toda la información de Liu Chen compilada por Jue. Sostuvo su bolígrafo, abrió y cerró su tapa, y preguntó—: ¿Conocías a Chen Xiulian?

—No. No conocía a Chen Xiulian antes del secuestro. Tal vez leyó mis reportes y siguió siendo mi lectora leal, pero realmente no la conocí. Si han leído mi columna, sabrán que soy muy popular. A esta clase de lectores fanáticos y extremistas... —Liu Chen se preocupó por su encanto—, frecuentemente les aconsejo que piensen dos veces antes de hacer las cosas, pero aún no entiendo la razón por la que quería encontrarme. Yo no he agredido sexualmente a nadie.

Caza de Tiempo Limitado [XSSL]Where stories live. Discover now