CAPÍTULO 47

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Altercado.


Yan Junxun fue presionado en el pecho de Shi Shanyan. Rápidamente, sus ojos recorrieron los asientos circundantes y notó a muchas personas que ya se habían girado hacia ahí. Forcejeó un poco y Shi Shanyan lo abrazó con fuerza.

—Estaré muy ansioso si no obtengo la respuesta —Shi Shanyan tocó la daga de puño de Yan Junxun y la empujó hacia arriba, inclinando su cabeza como si estuviera besándolo—. ¿O quieres que la toque yo mismo?

—Falsa —las orejas de conejo de Yan Junxun se torcieron—. ¡Falsa!

Esta distancia era demasiado cercana, tanto que Shi Shanyan pudo ver el pánico en los ojos de Yan Junxun.

La corbata de moño de Yan Junxun era muy linda, descansando en su clavícula. Dicha clavícula era muy clara y su piel también estaba muy pálida... tan blanca como si resplandeciera. Hace un momento, se encontraba de pie entre la brumosa multitud, hablando con los malhechores con la cabeza en alto y su cola solamente era una pequeña bola.

—No lo parece —Shi Shanyan se reclinó con Yan Junxun, sin importarle que sus tacones altos golpearan los pantalones de su traje—. ¿De dónde creció?

—¡De la falda! —Yan Junxun quiso bajar la cola y mostrársela a Shi Shanyan.

Sin embargo, la gran palma de Shi Shanyan envolvió la de Yan Junxun y cubrieron la cola juntos.

—Si te ofendo —Shi Shanyan miró a Yan Junxun, obligándolo a verse también a sí mismo—, ¿me perdonarás por ello?

Yan Junxun se ruborizó ante la mirada de Shi Shanyan. Quiso quitarse los tacones altos, mas estaban firmemente asegurados. También quería gritarle "cierra los ojos" a Shi Shanyan, pero abrió la boca como si estuviera a punto de ser besado. Sus predicciones acerca de Shi Shanyan embistieron su cabeza, derribando al conjunto de chispas que él era incapaz de comprender. Esta vez, no había Gundams ni pizarra, solo Shi Shanyan.

¡Eres terrible!

Yan Junxun miró a Shi Shanyan en busca de ayuda. Evidentemente estaba muy molesto, pero no tenía el impulso suficiente. Todos sus temores se derrumbaron con el sonido de su respiración, lo que lo obligó a retroceder, no obstante, el resultado de la retirada fue la palma de Shi Shanyan. Él estaba atrapado en los brazos del contrario, como un conejo desmayado por su pecho. Las orejas caídas indicaban su frustración y apretó los dientes con molestia a medida que sus ojos aún se resistían al león que se burlaba de él.

Lindo era un adjetivo peculiar.

Para Shi Shanyan, este término era realmente extraño. ¿Qué era tan lindo en este mundo? Su corazón era tan duro como el acero y, ante sus ojos, esas flores no diferían de la basura en una zanja maloliente. Pero... Shi Shanyan sintió la felpa de la cola del conejo.

Yan Junxun era realmente lindo.

Los diez dedos del payaso se movieron en el aire, emitiendo un movimiento de captura y diciendo:

—¿Dónde está? Nuestro conejo...

Los millonarios en el salón de banquetes se susurraban entre sí y todos se sintieron atraídos por los cientos de millones de ardides.

—... Oh —el payaso se quitó el sombrero para inclinarse y saludar a los millonarios con respeto—. Ese es nuestro producto final —pensando que era gracioso, soltó una risita tonta mientras sostenía su sombrero. Caminó enérgicamente en el recinto, tomó casualmente la falda de una mujer e hizo una expresión de horror en un silbido a medida que decía—: Señorita, su ropa interior es más elegante que su liguero.

Caza de Tiempo Limitado [XSSL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora