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Toque la puerta esperando a que me abrieran. Los nervios me estaban comiendo viva; realmente no se de que son capaces solo para lograr que nos llevemos bien.
Divisé a Daryl sentado en nuestro porche mientras me miraba con una sonrisa de burla, pues el sabia como me sentía. Le saque el dedo corazón y el me devolvió el gesto.
Jessie salio y en cuanto me vio, sonrió muy alegre.
—¡Te estábamos esperando, linda!— tomo mi mano y la acaricio con su pulgar. —estábamos ansiosos por que llegaras.
Mire por encima de su hombro y fue cuando note la presencia de Enid, sentada en las escaleras con su comic.
Ella portaba un vestido corto blanco apretado de la cintura hacia arriba y su cabello largo y liso, cubriendole la mayoría de su perfil izquierdo.
Por más que me desagradaba, se veía bien.
—Si, ya lo creo...
—Vamos— abrió la puerta para que pudiera entrar y se perdió por los pasillos.
Me quede admirando la sala. Era muy linda y había un pino de navidad que estaba adornado con esferas improvisadas y ramas que formaban la estrella.
Ron bajo de las escaleras a paso rapido y en cuanto me vio, se acerco a mi y me sonrió con mucha felicidad.
El es bueno y lo puedo notar a simple vista.
—Estoy feliz de que estés aquí— dijo Ron.
—Gracias... por cierto, tu casa y tu pino son muy lindos y creativos.
—¡ALGUIEN POR FIN SE DA CUENTA!— exclamó una voz detrás de mis espaldas.
Me gire a verlo y fue cuando vi a su hermano menor.
—¿Tu lo hiciste?
—Le di la idea a la mamá para que me ayudara. Estamos intentando practicar un poco de arte para divertirnos y pasar tiempo.
—Pues eres muy creativo, Sam— alborote su cabello.
El se fue corriendo a la cocina. Me quede a solas con Ron.
