Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Desperté con Enid en mis brazos. Ella me abrazaba por la cintura, mientras que Judith estaba encima de mi cabeza aplastandome completamente. Evitando hacer el menor ruido posible, las aleje lo suficiente de mí para ir a la cocina, llevaba desde ayer en la tarde sin comer así que me estaba muriendo de hambre.
Sin embargo, al entrar a la cocina me encontré con Carl, él se dio la vuelta al escuchar mis pasos y me miró por el rabillo del hombro, para después regalarme una sonrisa de oreja a oreja.
—Buenos días —saludó alegremente.
—Buenos días.
Me acerqué a él y tome una taza de la alacena, la casa olía a café y estaba que me moría por tomar un poco.
—¿Cómo dormiste? Imagino que bien, eh.
Olvidaba que tenía dos pulgas aplastando mi cuerpo, pesé a eso fingí una sonrisa mientras preparaba mi café.
—Pues, tengo un poco de dolor de cuello, pero nada que no pueda arreglarse.
—Me doy cuenta... Así que tú y Enid...
—¿Qué? —la cuchara se derramo en mi sudadera, haciéndome brincar. Carl inmediatamente se acercó a mí con un trapo limpio y me ayudo con el desastre que yo misma provoque por estúpida.
—Vaya, ella si que te tiene como loca.
No te equivocas, al punto en el que metí a su mente.
—¿Yo loca por Enid? —bufé y evité la mirada de Grimes a toda costa —Antes muerta.
—Bien, no dire nada más.
—Gracias —le di un pequeño sorbo a mi café y me subí a la barrita, Carl a los pocos minutos me imito, pero ahora él con una caja de galletas en la mano.
Casi pude imaginar el brillo en mis ojos al darme cuenta que eran mis galletas favoritas. Oreo's.
Me ofreció dos paquetes de ellas y yo las tomé con mucha felicidad.
—Esto es el reino.
—¿El reino? El reino es el pudin de chocolate, maldita rara.
—No te estés metiendo con las oreo's Carl —amenace señaladolo con mi dedo lleno de migajas.
