UNEXPECTED | ENID RHEE

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La bala no le dio en el cráneo como queríamos. A penas le rozo el brazo, cosa que hizo que se desatara una guerra. El hombre se escondió detrás de unos botes, cargando con su arma, Ellie y Kala se quedaron viendo a todos lados, lo cual fue mi oportunidad para llamarle. Los salvadores y los perks no tardarían en venir, algunos ya estaban en sus posiciones para atacar, sin embargo estábamos tan ocultos que era imposible que nuestra presencia no pasara desapercibida.

—Ellie, Kala, por aquí —le grité, ellas corrieron a la cerca. —Suban, las cubriremos.

—¡No las dejen escapar! —exclamó el líder de los perks.

Disparos por doquier. Ellie fue la primera en cruzar la cerca, y en cuanto puso un pie en el césped, cayo rendida de rodillas en el. Daryl no tardo tanto en asegurarse de que ella se encontraba bien, ahora yo estaba cubriendo a Kala para trepar aunque ella estaba tardando demasiado a causa de la mascara que estaba intentando quitarse.

—¡Apúrate, Kala!

Y entonces, un último disparo fue lo que sonó. Nuestros oídos se aturdiendo porque este se logro escuchar demasiado cerca de nosotros, nadie de nosotros miraba la razón por la cual se escucho a la cercanía, hasta que el cuerpo de Kala cayó de espaldas y sangre de su cráneo salio por todas partes.

Inmediatamente me gire a ver a Ellie, la castaña estaba en un shock inigualable, las lagrimas estaban amenazando con salir, quería gritar, su labio temblaba, pero no tenía voz y dudo que la tenga después de esto.

Su imagen desvaneciéndose en el suelo, sus ojos abandonando la poca vida que tenían, era una imagen que tengo claro que ninguna de las dos lograremos olvidar nunca.

Elisa quería ir por ella, quería llorarle a su hermana, pero de las peores de las maneras tuvimos que prohibirselo, asimismo tapándole la boca para que evitara gritar y llorar desenfrenadamente. Me sentía tan mal por ella, acababa de ver a su hermana morir, ¿cómo se supone que vivirá con eso?

—Tenemos que sacarla de aquí —me ordeno Dixon con su voz tan demandante que solía usar cada que se atravesaba una situación de sumo riesgo.

Al ver que la castaña no era capaz de moverse por el estado de shock tan enorme en el que entro. Dixon me dio la bolsa de armas y la tomó en brazos, yo me encargaría de cubrir la zona y protegerlos ya que los perks nos seguían mientras disparaban a todas partes, con fortuna no nos lograban ver por nuestros cascos camuflajeados.

—Entra, aquí.

Nos topamos con una cueva que al parecer anteriormente le pertenecía a un oso. Con ayuda de Daryl logré recostar a Ellie dentro del lugar, encargandome también de ocultar su cuerpo.

—Esto no estaba escrito, esto no tuvo que pasar —la chica de a mi lado murmuraba cosas sin sentidos. Me estaba asustando un poco, sin embargo lo relacione con el momento traumatico de hace unos minutos.

Pareciese que habíamos logrado perder a los hombres. Por precaución nos quedamos un par de minutos más para estar cien por ciento seguros. Ya cuando no hubo más señales de ellos, tomamos un diferente recorrido para llegar a nuestra comunidad.

—Vendrán a buscarme aquí —después de tanto rato, Rhee volvió a emitir un par de palabras. —Vayamos a la cumbre.

Podía hablar, podía caminar, pero seguía con la vista perdida, los ojos llorosos y su cuerpo tembloroso.

—Nos tomara media vida llegar allá.

Dixon no se equivocaba, no podíamos estar arriesgandonos a estar divagando por el bosque después de lo sucedido, pero tampoco podíamos irnos sin decirles nada a los de Alexandria. Ellos no tendrán perdon y no dudo que arrasaran con todo.

Le dedique una mirada significativa a Dixon, solo el sabía que hacer.

—Vayamos por un auto a la comunidad, les diremos todo y luego escapare con Ellie.

—¿Qué? —ni loco va a dejarme lejos de ella después de tanto tiempo. Prefiero cortarme un dedo antes que eso. —Ni lo pienses, Daryl.

—Si te quedas no habrá sospechas de ti, no puedo ponerte en riesgo. No puedo hacerle eso a Ellie.

En cierto punto, él tenía razón solo no quería admitirlo.

Tomé una bocanada de aire tan grande que casi creo dejaba al mundo sin oxigeno. Me arrodillé frente a Elisa que seguía en su trance de dolor, tomé sus mejillas entre sus manos y acaricie con delicadeza su piel, cuidando no lastimar sus heridas causadas por su padre.

—Perdón por no haber estado para ti cuando pude —un nudo se formo en mi garganta. Estaba tan dolida de verla así, es que con simpleza puedo asegurar que ella se gano mi corazón en tan poco tiempo. —Perdóname por todo y perdóname por abandonarte, otra vez.

Un destello de felicidad llego a mis ojos cuando la vi girarse para verme, me sonrió de lado aunque no era tanto de felicidad, podía ver como sus ojos tenían lagrimas a punto de salir.

—Estoy aquí por ti, Enid.

Nos quedamos en silencio.

—No hay cosa que hagas que no sería capaz de no perdonarte.

Ay, lo siento.

No me maten.

Capitulo corto porque no aguanto la cabeza, prometo que lo compensare con el proximo<3