43; cena

3.9K 849 894
                                    

Apenas Rindō puso un pie en la casa Nahoya frunció el ceño

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Apenas Rindō puso un pie en la casa Nahoya frunció el ceño.

—¿Y tú qué?.—

—Hijo, intenta ser un poquito más educado...— Su madre le gritó desde la cocina.

—Agh, bien... Hola Rindy.— Habló con sarcasmo.

—Hola, Nahoya.— Sonrió de lado un tanto incómodo.

—Mamá lo invitó a cenar.— Murmuró Souya.

—Y las desgracias no paran.— Susurró para sí.— Bueno, al menor eres más soportable que tu hermano.— Suspiró.

—También me alegro de verte...— Se sentó en uno de los sofás.

La mujer volvió con una bandeja con cuatros vasos de jugos y un plato con galletas y seguido se sentó a un lado de Nahoya.

—Siéntete cómodo por favor.— Le dedicó una cálida sonrisa y seguido tomó uno de los vasos y se lo entregó.

—M-muchas gracias.— Lo recibió con una sonrisa.

—¿Cuál es tu nombre, cariño?.—

—Me llamo Rindō... Haitani Rindō.— Dió un sorbo al vaso.

—Qué bonito nombre tienes, Rin.— Tomó una de las galletas.— ¿Cómo conociste a mi Sou?.—

El menor le observó algo extrañado por la pregunta, ya le había dicho cómo de conocían.

—Vamos en la misma clase, mamá...—

—Oh, ya veo, así que así se conocieron.— Murmuró para sí.— ¿Son amigos o algo? ¿O sólo estudian juntos?.— Le observó curiosa.

—Me gusta Souya.— Soltó sin pensarlo.

Ella abrió los ojos de la sorpresa, Souya se trapicó con su jugo y comenzó a toser junto a Nahoya quien se atoró con una de las galletas.

—O-oh, no me esperaba eso...— Soltó varias risas.— Qué directo eres, Rin...— Rascó su mejilla algo nerviosa.— ¿A ti te gusta él?.— Observó al peliazul.

—... S-sí...— Murmuró.

Nahoya se sentía totalmente indignado de sólo pensar en su hermano menor saliendo con un homicida.

—¡Ah! qué lindo, entonces es correspondido.— Se puso se pie y tomó ambas manos del rubio.— Cuida mucho a mi Sou ¿Si?.—

Asintió sin dudar.

—Lo prometo.— Le sonrió cálidamente, confiado.

Ella lo soltó y observó por un momento al grupo.

—Bien, yo comenzaré a preparar la cena, siéntanse libres de relajarse, chicos.— Y entre tarareos salió del cuarto.

Ahora quedaba la opinión de Nahoya...

Zarco ; [ Ringry ]Where stories live. Discover now