Zarco ; [ Ringry ]

45; delatar

—¿Qué haces aquí...?.— Puso rápidamente su cubrebocas de vuelta.

—¿Qué mas voy a hacer? Vine con mi hermano menor que estudia aqui.— Kai rascó su mejilla algo avergonzado.— ¿Y tú que haces vestido así?.—

—Ayudando a la hermana de un amigo.— Desvió la mirada.— ¿Vienes solo?.—

—Le dije a Ran e Ima que me acompañaran, pero al parecer ya no vendrán.— Suspiró agobiado.— ¡Hikaru! Ya deja eso y ven.— Gritó a un pequeño niño que jugueteaba sobre un banco.

El pequeño corrió de inmediato hacia su herman, aunque algo nervioso por la presencia de la “fémina".

—Buenas tardes, señorita.— Extendió su mano.

Kai soltó una risa baja.

—H-hola...— Correspondió su saludo y seguido dirigió su mirada al peliverde.— ¿No tienes resaca por la fiesta o algo?.—

—Ayer no hubo fiesta, Rindō no tenía ánimos, Ran al parecer tampoco e Imaki salió anoche de improvisto, así que cancelaron el evento.— Fingió un llanto.— Pero eso... Ya vámonos, Hika, tengo ganas de comer algo dulce.— Bostezó.— Buena suerte, Souya.—

—S-si vienen, no les digas que estoy acá, por favor...— Tomó su brazo.

—Ah, no te preocupes por eso, confía en mi.— Sonrió seguro.— ¡Nos vemos.—

(...)

Más tarde Hakkai finalmente encontró al peliazul y lo llevó consigo de vuelta al salón.

La tarde concurrió lenta para los cinco chicos trabajando en el Café Maid escolar, por suerte los acosadores fueron ahuyentados de inmediato por la estudiante encargada y bastante gente fue a comer algo, lo que significaba más fondos para el paseo de fin de año del curso preescolar.

Mitsuya llegó después de un rato con sus hermanas para que pudieran darles las gracias por su apoyo.

—¿Por qué Hakkai no se disfrazó?.— La mayor de ambas chicas apuntó al pelilila.

—Porque no parezco chica, Luna.— Hakkai bufó molesto.

—Yo queria verte como sirvienta.— Desvió la mirada molesta.— ¡Ah! Mira Mana, son los tíos del cabello suave.—

La menor les observó y de inmediato brillaron sus ojos.

—¡Tío Naho!.— La pequeña se lanzó a los brazos del pelinaranja quien estaba apoyado en la pared descansando un poco.

—¡Ah! Mana.— Sonrió con cariño, tomando en brazos a la niña.

—¡Tío Algodón!.— Luna abrazó las piernas de Souya con cariño.

—A-ah, Luna...— Acarició su cabello.

—¿Ya van a cerrar?.— Draken venía con el resto de chicos tras suyo.