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¡Levántese! – grito Iida afuera de la tienda. – ¡Es hora de irnos!

Mierda. – susurre para ver al cenizo a mi lado. – Kats, levántate.

Ahora voy. – murmuro el cenizo haciendo un ademán. – Es a las nueve de la mañana.

Son las ocho y media. – dije una vez chequé mi celular y el contrario saltara de su lugar. – Hay que cambiarnos.

¡_____! – escuche a Mina desde afuera. – ¡Espero que ya no estén en su intimidad!

¡Mina! – regañe para sentir mis mejillas rojas y escuchar la leve risa del cenizo. – Te dije que apagaras la luz.

No te quejabas ayer. – regaño el oji rubí.

Tras casi una hora llegamos a nuestro próximo destino, el kayaki en la cueva esmeralda.

¿No nos podemos caer? – pregunto Kirishima al ver como íbamos remando.

No creo. – contesto Sero para chocarse con Kaminari y Jiro. – ¡Muévete o te tiro!

Nos van a tirar. – dijo Bakugo que iba conmigo.

Niña. – susurro Kaminari.

¡¿A quién le dices así sin morir?! – grito Bakugo para agarrar el remo y mover la canoa del contrario.

Me encantan los momentos felices. – admitió el bicolor con una leve sonrisa en sus labios.

¡Pégame y electrocuto el agua! – amenazó Denki en forma de defensa.

¡Chicos no hay que resolverlo de esa manera! – regaño esta vez Iida tratando de intervenir.

¡Kacchan! – grito Izuku tratando de evitar que ambos chicos se golpearan.

¡Con el remo! – grito Sero para que Kirishima se parase y su ahora esposo fuera tras él.

¡Kats, nos vamos a caer si no dejas de moverte! – fue lo último que alcance a gritar porque todos se unieron al forcejeo y terminamos en el agua. – ¡No se nadar!

Te tengo. - hablo el oji rubí cargándome.

Gracias. – murmure con cierta timidez para que el solo me afianzara mejor y yo volteara las canoas con mi kosei. – Hay que subir de nuevo.

No se suban, hace calor. – menciono Sero mientras tomaba de su botella, él y Mina no intervinieron ni se mojaron.

Ups. - dijo Uraraka para tocar al azabache y despues dejarlo caer.

¡No te vas a quedar ahí! – grito Hanta para estirar a Mina al agua.

Mínimo, nos bañamos. – menciono Yaomomo tratando de ver lo positivo. – La cueva es hermosa.

Ya nos mojamos, ¿qué daño habrá si nos quedamos así? – hablo Jiro para dejar su canoa al lado de la tierra.

Yo te sostengo. – hablo Katsuki para ahora pasarme a si espalda y nadar.

Te amo. – dije para sentir como mis mejillas se acaloraban.

Mejor luchas. – hablo Sero para subir a Mina a sus hombros. – El que pierda paga la cena.

Solo porque van a querer comer en un buffet de pizza. – hablo Iida para subir a Yaomomo.

Manos les van a faltar. – menciono Bakugo una vez me subí en sus hombros. – Si se ahogan son puntos extra.

𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 -𝑩𝒂𝒌𝒖𝒈𝒐 𝑲𝒂𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora