94

777 81 38
                                    

En nuestos primeros dos meses de embarazo supimos que varias cosas cambiarían, y siendo primerizos teníamos demasiado cuidado con lo que hacíamos, aún así, nunca nos acostumbramos a los síntomas.

Ya no quiero vomitar más. - susurré mientras el cenizo sostenía mi cabello. - Siento que pases por esto Kats.

Es normal. - contesto el chico. - Es parte del embarazo.

¿No te da asco? - pregunté mientras trataba de levantarme.

Nunca me darías asco. - dijo el chico para darme la mano y levantarme. - Dejaré que te laves, ¿Quieres algo?

¿Podemos comer algo picante? - pregunté girandome de nuevo al contrario. - Quiero que me pique en la boca. - terminé de decir para que el sólo asintiera y una sonrisa se formará en mi.

Termina con eso, dijiste que tenías papeleo que hacer. - menciono Bakugo para salir del baño y dirigirse a la cocina.

¿Qué haría sin él? Me moriría sola, moriría de hambre. Pero no solo eso, no tendría a la persona más importante para mí. El hecho de saber que ahora tendremos un hijo me hace sentir demasiado feliz, si me permiten decirlo, Bakugo es aún más responsable, agregando que se preocupa por mi, llama cada que puede por si necesito algo, para saber si estoy bien, al llegar a casa sólo espero por él en el sillón, solo me abraza poniendo su cabeza en mi pecho esperando que remueva su cabello y bese su frente, es cómo un niño pequeño cuando estamos solos. Los detalles y momentos como ese me hacen sentir querida, me hacen sentir protegida, con el se que no nos faltará nada jamás.

[Tercer mes]

Mi estómago creció. - mencioné viéndome al espejo.

Te ves hermosa. - dijo el cenizo abrazándome por detrás y ahora tocando mi vientre. - Más que nunca. - dijo para besar mi mejilla y seguir delineando mi figura de manera delicada. - Vamos a la cita, es dentro de poco.

Lo vamos a ver mejor está vez. - murmuré poniendo mis manos arriba de las suyas.

Esa tarde estaba más inquieta que de costumbre, agregando la clara incomodidad de que la bata estaba abierta de atrás.

Está bata es muy reveladora. - murmuré tratando de subir a la camilla sin ser vista por el chico.

Me gusta. - murmuró él ojo rubí. - ¿La llevamos para después?

¡Hey! - regañé para subir a la camilla indignada. - No se puede.

Siento la demora. - hablo la ginecóloga entrando al consultorio. - Señora Bakugo, ¿Cierto? - hablo a lo que asentí. - Bien, es un chequeó de embarazo, como siempre empezamos con el ultrasonido, ¿Ha sentido un malestar fuera de lo habitual?

Sólo dolores leves, mareos. - contesto el cenizo por mi.

¿Han mantenido relaciones? - pregunto la doctora como parte de la rutina, ambos solo nos miramos, ¿Manosearnos cuenta?

No seguido. - volvió a decir el contrario.

Bien, es importante que sepan que pueden hacerlo, es natural. - hablo la chica. - Además, el próximo mes podrá tener las hormonas aceleradas, así que es mejor que descansen por ahora.

El chequeo fue transcurriendo de manera normal, mientras la ginecóloga daba algunas recomendaciones que tomaré en cuenta, nuestro pequeño ahora un poco más visible muestra señales de estar sano; cosa que nos emocionó a ambos, al saber que vamos por buen camino, los ojos de Bakugo brillaron levemente mientras miraba la pantalla viendo al pequeño.

Regresamos a nuestra casa, con una sonrisa en mi rostro tome un viejo marco que abandonamos y coloque la foto del ultrasonido, no me juzguen, me gusta saber que tendré una cría propia.

𝑨𝒈𝒓𝒊𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆 -𝑩𝒂𝒌𝒖𝒈𝒐 𝑲𝒂𝒕𝒔𝒖𝒌𝒊 𝒙 𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓Where stories live. Discover now