6. SÍ, SU MAJESTAD

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El Reino del Sol sentía los pasos de Ella como cosquillas traviesas que recorrían las callejuelas ocultadas por la sombra de los edificios, mientras tanto sus habitantes y el mismísimo rey sentían zancadas que deshacían la ciudad, todo por una simple humana.

:  ¡¿Una nigromante en mi reino?!  ¡¿ Cómo se atreve a presentarse aquí?! - gritaba el rey descontrolado-  ¡ Es imposible !

: Eso se rumorea mi señor - dijo temblando el sirviente - fue vista esta misma mañana, en la avenida principal y más tarde en la Plaza  Nogal.

: ¿ Dónde está  ahora esa bruja? - se levantó del trono-  ¡¿ Dónde ?!

: Perdimos la pista , señor - el sirviente apretó las manos temiendo ser guillotinado -

: ¡¿ Cómo ha podido suceder ?!   ¡Insensatos! - se acercó al sirviente y agarro su cuello con fuerza- la única razón por la que seguís vivos es por que servís a vuestro rey ¿ se os ha olvidado? 

: Lo siento mi señor - dijo con dificultad- creímos que era un rumor, p-perdone nuestra insolencia

Lo soltó empujándolo con desprecio, el sirviente cayó de rodillas respirando con fuerza y con su rostro aterrorizado.

: Que no se vuelva a repetir ¿ entendido? -caminó unos pasos hacía la ventana-

Todo lo que podía ver era suyo, su imperio, sus siervos, sus campos, todo. Una nigromante no rompería la paz, no otra vez.

: Buscarla y rápido, sabéis que no soy muy paciente...

: Sí, señor - se levantó del suelo  recompuesto - una vez la encontremos ¿ Qué debemos hacer ?  ¿ La arrestamos o acabamos con ella ? 

: No, mejor... se me ha ocurrido una idea- dijo con una sonrisa- creo que es la oportunidad perfecta para que el heredero del reino demuestre quien es.

: Sí, su majestad

El príncipe del Reino del Sol no fue encontrado, se había vuelto a escapar, otra vez.


" ¿ Por qué?  ¿ Por  qué? " se preguntaba la chica  " ¿ por qué merezco esto?"  Había tenido suficiente de aquel mundo pero era una pesadilla sin final, quería escapar de todo, un sentimiento de angustia se apodero de Ella que comenzó a llorar apenándose de su propia desgracia, aún así continuaba corriendo en un intento pobre de huida .

Mientras sus pies llevaban un ritmo acelerado Ella se limpiaba las lágrimas que caían por su rostro, no podía ver con calidad aunque tampoco necesitaba buscar o encontrar nada en concreto, estaba perdida.

Al girar una esquina chocó con alguien que tenía la misma prisa por escabullirse de su propia sombra, el chico cayó encima dejando unos escasos centímetros entre la cara de ambos.

Por unos segundos se quedaron quietos absortos en el otro.

El joven no era para nada un ser terrorífico, tenía la anatomía de un ser humano, un rostro amable, ojos azules grisáceos, pelo largo y rubio, unas orejas puntiagudas, de una de ellas colgaba un pendiente con un zafiro y su ropa estaba oculta bajo una especie de capa lo que le daba un aire misterioso.

La curiosidad de este tampoco era menor, no podía identificar a la chica como ninguna de las especies o seres que había visto, tenía algo extraño, algo que mermaba su aburrimiento y encendía su interés.

: T-tu  ¿ Quién eres ? - preguntó el elfo asombrado- ¿ Por qué lloras? 

Ella lo aparto de un empujón y seco sus lágrimas 

: ¿ Y tu ? ¿ Quién eres tu? - le devolvió la pregunta-

Las emociones de la chica se calmaron y pudo centrarse en la misión principal, sobrevivir. Aquel chico que parecía haber caído del cielo no daba miedo en absoluto pero eso no significaba que fuera su aliado tenía que tener cuidado.

: ¿ Es una broma no ? - se río risueño- ¿ Cómo no podrías saber quién soy ? 

: No has respondido a mi pregunta - Ella lo miró tratando de averiguar sus intenciones-

: Si insistes, te lo diré - se aproximó a su curiosa amiga- yo soy el príncipe Galia , heredero al trono y tú majestad , encantado de conocerte  criatura misteriosa.

Galia había quedado aún más desconcertado y a su vez intrigado, no podía creerse que aquella muchacha no conociera a su próximo rey.

La familia real era conocida por su poca misericordia , aplicaban crueles castigos a aquellos que desobedecían , imponían su propia ley y en ellos corría sangre sagrada ,era la dinastía de los elfos. Nadie se les oponía ni pensaba en arrebatarles el poder por muy injustos que fueran, una razón que les impulsaba a callar era el miedo y la segunda era que ellos eran los salvadores del reino o eso contaban las leyendas, habían protegido al reino de los nigromantes y otras bestias, arrebatarles el poder sería peligroso pues eran los únicos que sabían como enfrentar a tales criaturas.

Por eso todo el reino tenía los ojos puestos sobre el próximo rey, el futuro estaba en sus manos, pero este desde que nació careció de la seriedad y liderazgo que le hace falta a un rey, si no fuera porque también era un elfo nadie diría que el rey era su padre. 

Había vuelto a escaparse del palacio, la población  se inquietaba  y necesitaban más que nunca una prueba que demostrará la valía de Galia.



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