26. GRACIAS

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: Hace poco que llegué al Reino del Sol y desde entonces el rey ha intentado capturarme- comenzó Ella a contar su historia- No recuerdo cómo acabé aquí o por qué lo hice pero de una cosa estoy segura, yo no pertenezco a este mundo, quiero  volver a mi verdadero hogar.

: Es curioso lo que dices...- se quedó unos segundos taciturno- pero ¿Estás segura de qué vienes de otro mundo? 

: Estoy segura- contestó sin vacilar aunque la pregunta de Zahorí le había echo sentirse insegura-

¿Y si las altas montañas nevadas, el lago helado y la imagen de su abuela no eran reales? ¿ Qué iba a hacer? ¿ De verdad no era una simple alucinación de su imaginación? ¿ Un sueño persecutorio?

En un pequeño instante la joven sintió como sus orígenes se alejaban cada vez más de ella misma, sus raíces desaparecían como un delirio.

: Antes yo trataba con brujas- siguió el vendedor concentrado- por supuesto a escondidas del rey, he hablado con ellas pero nunca me contaron  cómo habían llegado aquí o el porqué, supuse que habían nacido de forma ilícita, pero si es tal y como tu dices, si hay otro mundo, no sé nada de él.

La conclusión era angustiosa, Zahorí tampoco sabía mucho sobre su mundo o como regresar a él, la posibilidad de volver se diluía en un mar de preguntas.

: Tampoco existe o por lo menos no es mis manos una magia tan poderosa como para  viajar a otros mundos- expuso sus ávidos conocimientos en la magia y su profundo amor por ella.

la chica bajo la mirada, estaba perdiendo la esperanza.

:Pero sé quién te puede ayudar pequeña- sonrió paternalmente-  Las brujas son las únicas capaces de ayudar a otra de su especie. Cuando el rey intentó capturarlas perdí el contacto y no puedo decirte su ubicación exacta, muy a pesar creo que  la mayoría fueron exterminadas por el rey pero hay una manera.

:¿ Cuál?- preguntó impaciente-

: Aquellas brujas que el rey no capturó se encuentran fuera de estos muros antimagia - respondió- en el bosque de las bestias deberían de  estar las afortunadas que la realeza no encontró.

: ¿ Tu crees que podrían ayudarme?- En la chica volvió a brotar la esperanza- 

: Si hay alguien en este mundo que pueda ayudarte son ellas- contestó con seguridad- pero no va a ser fácil encontrarlas. La única llave que abre el gran muro está en el palacio, tendrías que buscar una manera de robarla, y si lo consigues después deberías  batallar con los horribles monstruos que yacen en el bosque de las bestias, si tienes  suerte verás una nigromante.

: Lo haré- musitó la joven atrevida- esa es mi única opción para sobrevivir, puede que muera si vuelvo al palacio o si una bestia me atrapa pero no hay otro camino, ahora que saben que estoy en el reino no dejarán de buscarme hasta haber acabado conmigo.

Zahorí asintió, la joven tenía razón, por algo todas las demás brujas habían huido del reino, vivir en paz iba a ser imposible.

: Tienes el espíritu que hace falta , bruja- contestó el anciano.

Todos los habitantes del reino usaban la palabra  " bruja" como un insulto, como una humillación hacía la chica, otros como Hollow la evitaban aunque a veces caía en sus labios, sin embargo, Zahorí la decía con total naturalidad porque para él ser una bruja no era nada malo, de hecho las admiraba por sus dotes mágicas. La vejez lo había alejado del estigma de la sociedad a diferencia de Hollow no le importaba como otros seres usasen la palabra si para él era algo admirable.

: ¿ Y puedes hacer magia? ¿ Lo has intentado alguna vez?- preguntó con curiosidad el vendedor.

: No, nunca he sido capaz , ni siquiera sé cómo intentarlo.

: Las brujas también te podrán ayudar con eso, no te preocupes.

Las palabras de aquel hombre sonaban para la joven como las de un padre, la abrazaban y la hacían sentir segura.

Aunque aún le quedase por recorrer un largo y duro camino la sensación de tener esperanza la hacía sentir viva.

: Ella- la llamó el anciano- por curiosidad me gustaría saber qué te llevó hasta aquí ¿ Cómo llegó mi nombre hasta tus oídos?

:Supongo que ya debes de saber que hace poco el rey me capturó- inició su relato- cuando escapé del castillo por un conducto de las mazmorras me encontré con un prisionero que me ayudo a escapar y me indicó cómo encontrarte.

: ¿ Cuál era su aspecto?- preguntó intrigado.

: Estaba muy demacrado, era mayor, tenía una gran barba ,no era muy alto y su voz era oscura.

: ¡ Oh santo cielo! - se sorprendió- creo que sé de quién me hablas, debe de ser Claus. Hace años fue capturado por el rey por vender  productos prohibidos en su tienda, aunque hay rumores de que se enteró de algo que nadie debía saber.

El rostro de Zahorí se veía preocupado, no dejaba de murmullar para sí mismo lamentando el horrible destino de su amigo y al igual que Ella pensó que él podría haber acabado así.

: Ella  siento decirte que no te voy a ser de mucha ayuda- se disculpó el vendedor- mi sabiduría en la magia no es tanta pero quiero que sepas que aquí en mi humilde barracón siempre vas a encontrar ayuda y un hogar, cuando estés lista para partir te daré todos los productos que necesites de mi tienda y te desearé mucha suerte.

: Estoy muy agradecida por todo lo que has echo por mí  sin embargo quiero pedirte un último favor Zahorí- susurró la joven- me gustaría que encontrases a un amigo, sin él no puedo empezar mi viaje.

: Claro , dime su nombre.

: Se llama Hollow, es de mi edad, su pelo es negro, sus ojos son dorados y tiene rasgos animalescos, no sé donde puede estar.

: ¿Hollow?- sonrió el vendedor- que pequeño es el mundo, si que  lo conozco y creo que sé donde buscarle, no te preocupes y descansa, volveré pronto

Ella quiso preguntar cual era su relación pero antes de poder soltar una sola palabra sus ojos se cerraron llenos de cansancio y agotados por la huida, un poco más tarde Zahorí salió en busca del joven.


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