Extra Embarazo 2/3

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Tres meses de embarazo y mis nauseas matutinas por fin había desaparecido casi por completo, pasé de no querer ver a Nahoya a querer estar pegada a él y tenía el ligero presentimiento de que ahora era Smiley quien no me soportaba.

Para el cuarto mes tenía antojos de todo tipo que mis dos novios me cumplían sin importar que fuera ó la hora en que se los pudiera pero por lo general se los pedía al padre de mi hijo, no quería molestar a Souya más de lo necesario.

Eran aproximadamente las tres de la mañana cuando me desperté debido a los antojos que tenía recientemente, quería donas rellenas pero no teníamos ninguna de esas en casa, podría esperar hasta la mañana y yo misma ir a comprarlas de camino al trabajo pero mi cuerpo las pedía desesperadamente.

Me moví un poco para soltarme de Souya, me  di media vuelta para poder despertar a Nahoya.

-Pssh, pssh- agité levemente a Smiley -Nahoya- hablaba muy quedito para no despertar a mi otro novio.

-¿Ya va a nacer?- me dió algo de gracia escucharlo decir eso con su cara de somnoliento y el cabello revuelto.

-Naho quiero donas- No era la primera vez que lo despertaba por algún antojo que tenía y no parecía que le molestara.

-¿Qué hora es?

-Van a ser las cuatro- No me sentía ni un poco mal por despertarlo, después de todo yo sufriría los dolores del parto.

Él solo asintió y se levantó de la cama, se puso los zapatos y salió del cuarto. Ni siquiera se cambió la pijama para pode salir a buscar mis donas a alguna tienda.

También hice lo mismo que Nahoya para acompañarlo y evitar que le ganara el sueño mientras conducía el jeep blanco que tenía.

Por pura suerte lo alcancé en la puerta de la entrada de la casa.

-Niky, no es necesario que vengas.

-Yo quiero ir contigo.

Me pasó el brazo por el hombro y me atrajo a si mismo, ambos fuimos hasta el jeep y nos subimos a la camioneta, encendió el motor para después arrancar y buscar cualquier lugar que vendiera mis donas.

Anduvimos por un par de cuadras hasta que dimos a una tienda de conveniencia, Nahoya aparcó en el estacionamiento y él bajó de la camioneta dejándome a mi encerrada en esta.

Los gemelos se estaban portando muy bien conmigo y me tenían mucha paciencia en especial Nahoya que estaba al pendiente de todo lo que necesitara y ya se comenzaba a portar cómo un padre y eso que aún le faltaba cinco meses para nacer a nuestro hijo. Pero también me preguntaba cómo sería Souya como papá, él ya había dejado muy en claro que no quería tener hijos y tampoco lo iba a obligar, lo averiguaría cuando el bebé Kawata naciera.

Nahoya regresó a la camioneta con una bolsa de papel donde venían las donas, compró tres para mi y una para él y otra para su hermano. Saqué la primera que tenía relleno de fresa y le di otra a Smiley.

-¿Ya sabes cómo le quieres poner?- me preguntó con un pedazo de pan en la boca.

Yo no había pensado mucho en nombres para bebés pero había uno que si había considerado y quería que se llamara de esa forma.

-No soy buena con lo nombres... pero si es niño quiero que se llame como tú.

-¿Quieres otro Nahoya Kawata en tu vida?

-Aún no tengo suficientes Kawata en mi vida- Tal vez un par más y estaría satisfecha.

-¿Y si es niña? Podría llamarse Niky.

Gemelos Kawata Where stories live. Discover now