Cap. 4.-

892 156 113
                                    

Nicolás:

Ya es fin de semana, y Cristian básicamente me está obligando a ir en la noche a un club. Según vamos a ver cómo se mueve el ambiente, pero la verdad es que Cris tiene un crush enorme con la nueva barmaid del lugar así que si por él fuera se la pasaría ahí siempre.

Creo que no es mala idea ir después de todo, siento que hoy necesito despejarme un poco. En la tarde recibí un mensaje de Alexia diciendo una sarta de tonterías por culpa del dije que Melissa me convenció de regalarle como disculpa; en definitiva, fue un error contarle lo que había sucedido. 

No sé por qué me dejé persuadir, una barra de chocolate podría haber sido suficiente… y, aun así ¿por qué importa que me perdone? Quizá logré evitar que la asaltaran o algo peor, eso ya me hace sentir tranquilo pero ¿por qué tiene que ser tan testaruda? Creo que lo mejor es alejarme de personas locas como ella… 

—Nick, creo que tu baño se tapó.

Espera, ¿qué? 

—¿En serio, Cris?, ¿otra vez? —lo miré mal, y él se fue riendo a buscar el destapa caños, cuando pasó en dirección al baño le dije— Déjalo ahí de una vez, con lo mucho que lo usas ya es indispensable que lo tengas cerca. 

Cinco minutos después y ya había agarrado mi cartera y llaves del buro.

—No entiendo por qué no vas al baño de tu casa antes de venir aquí —le reclamé mientras salíamos de mi habitación. 

—Pues… es que el tuyo es más cómodo. —lo miré escéptico ganándome una carcajada de él, en respuesta le propiné un empujón para que bajara rápido las escaleras.

—Vamos, camina que ya es tarde y se terminará el buen ambiente.

—Yaaa —se quejó parándose en la sala esperando a que yo abra la puerta para irnos. Se quedó extrañado viendo algo pensativo a la sala–. Nico, ¿sabes si aquí vivía una viejita antes que ustedes?

—Ni idea, mi padre fue quien compró la casa y no comentó nada al respecto ¿por qué? —le pregunto mientras salgo de la casa.

—Porque...nada —miró fijamente la sala antes de salir–, por nada —dijo un poco nervioso y cambió de tema—, ¿nos iremos en tu auto o en el mío?

—Hoy toca en mi nave, amigo. 

Ya en el camino conduje un par de kilómetros mientras escuchaba a Cris cantar a todo pulmón Billie Jeans de Michael Jackson, últimamente se cree imitador de él y pues yo solo estoy aquí para darle ánimos, y por supuesto reírme un rato.

Llegamos al club DELUX, uno de los mejores lugares para venir a bailar y a pasar un buen rato con los amigos. Una que otra vez hay problemas causados por gente mala copa, pero de ahí en más, todo bien. 

Estacioné y me bajé mientras que Cris se roseaba casi toda la botella de perfume encima.

—¿Listo para la conquista? —se arregló su cabello.

—Lo único que yo vengo a conquistar es un par de cervezas —le aseguro mientras cruzamos la calle y entramos al lugar. La música era muy fuerte, para poder hablar con alguien tenías que gritar o hablar al oído.

—¡Voy con Britany! —asentí y le hice señas para que supiera que iría a una de las mesas. 

Tomé asiento junto al barandal desde el cual podías ver la pista de baile, era el lugar perfecto ya que a veces había peleas de bailes y aquí tendría buena vista. Llegó un mesero y le pedí unas cervezas y un mojito en lo que Cris volvía, aunque no creo que lo vuelva a ver hasta volver a casa. Se la va a pasar en la barra suspirando por la chica y ella ni toma en cuenta su existencia.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora