Cap. 5.-

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Alexia:

No se por que siento tantas cosas al estar con el, me atrae lo acepto, pero no me había dado cuenta que a su lado siento tanta calma, su mano aun seguía en la mía y me miraba fijamente, no sabía cómo esconder lo nerviosa que me ponía en esta situación.

—Me... me tengo que ir — tartamudeé un poco y trate de soltar su mano pero el la tomo de nuevo y en un parpadear de ojos su cara estaba a milímetros de la mía podía sentir su respiración en mis labios, cerré los ojos y...

—Alexia, levántate, corre que tu padre ya nos está esperando en el auto— entro mi madre a mi habitación sacando ropa de mi armario y arrojándomela para que me vistiera.

—No sabes tocar—le reclame y me cubrí la cara con las cobijas, me daba vergüenza solo pensar qué tal vez estaba haciendo caras por ese maldito sueño y que mi madre tal vez me vio.

—Cuando pagues renta en esta casa te daré la privacidad que quieras, mientras tanto yo puedo andar en mi casa como mejor me parezca— me arrojo un par de zapatillas y salió de mi habitación.—Te esperamos en el auto.

Me levante y me vi al espejo, mi cabello parecía nido de pájaros y mi cara de un muerto, me metí a la regadera y salí rápidamente para vestirme, hoy iríamos a una comida con el jefe de mi padre, no solo nosotros, toda la empresa, cada año nos invitaban pero yo nunca iba por la escuela, esta vez la hicieron en domingo y pues estoy obligada a ir "para dar buena impresión" dice papá. Salí corriendo al auto con mi bolsa de cosméticos y con los zapatos en las manos, mi padre solo me miró y se rio un poco de mi.

—¿Que?— pregunte al subir.

—Nada hija, estás perfecta con ese cabello de bruja— soltó una carcajada.

—Que gracioso— tome mi cepillo de la cosmetiquera y comencé a cepillarme el cabello—Hasta que te vez decente — dije en tono burlón ya que hoy iba de traje.

—Si yo soy todo un galán, no se por que lo dices, siempre me veo bien— reímos juntos y arranco el auto.

Durante el trayecto traté de maquillarme, digo trate por que mi padre adrede frenaba cada que tenía oportunidad para arruinar lo que llevaba hecho, me puse un par de zapatillas de tacón y unos accesorios que combinaba con el vestido corto que llevaba, después de unos minutos por la carretera mi padre entró a un pequeño camino empedrado como muchos árboles alrededor parecía un bosque de cuento de hadas, más adelante se podía ver una gran casa y un montón de autos ya estacionados de más invitados que iban llegando.

—Bienvenido Pablo, ella es Michel mi esposa— nos recibió el jefe de mi padre un hombre bien parecido y su esposa una mujer joven que podría tener mi edad— ¡Llego el nuevo gerente de la empresa! — gritó y abrazo a mi padre — ¿Es tu hija?— me miró y yo le sonreí.—Soy David

—Si ella es Alexia —dijo mi padre sonriente .— ¿Y tu hijo?

—Andará por ahí, ya sabes estos chicos de hoy no les gustan estas cosas, Alexia tu padre es un genio niña, espero y pronto también pueda ser mi socio pero mientras lo convenzo vamos adelante, pasen están en su casa.

Entre junto a mi madre ya que mi padre se fue adelante con el señor David, era una casa muy bonita con pisos relucientes, al entrar había una gran sala, con el estante más grande de libros que había visto en mi vida tenía unas ganas inmensas de acercarme para ver qué tipo de libros leían aquí, pasamos por un pasillo que llevaba hasta una puerta que daba al patio trasero, caminamos hasta una de las mesas vacías y tomamos asiento pero mi madre no duró mucho ahí, saludó a una mujer y igual se fue con ella a platicar abandonándome en el lugar. Había algunos chicos y chicas hijas e hijos de los demás empleados pero me miraban como bicho raro. Saque mi teléfono y me puse a ver mis redes sociales total no tenía otra cosa que hacer, demonios como desearía haber invitado a Melissa.

El último besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora