Capítulo 2. Conexión

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Mark corrió escaleras arriba con su corazón latiendo a toda velocidad. Tomó una honda respiración cuando llegó al último escalón que llevaba al segundo piso y abrió la puerta para entrar al pasillo. Intentó recuperar su aliento mientras caminaba porque a pesar que de que Jack era aún un niño él solía notar muy bien cuando él se comportaba diferente. Abrió despacio la puerta de la habitación 205 y entró cerrándola tras él. Mark se acercó a su hijo y se sentó en la silla situada frente a la cama. El pequeño se había quedado dormido. Él suspiró y acarició su cabeza tratando de no despertarlo.

Dejó su mochila en el piso y como aún tenía su teléfono en la mano decidió marcarle a Yugyeom.

¡Mark! ¡Por fin llamas! — Contestó el contrario en el otro lado de la línea — ¿Cómo esta el enano?

— Va a quedarse en observación hasta mañana... los doctores creen que es apendicitis.

Así que apendicitis... — Susurró el chico — Supongo que pasarás la noche ahí con él.

— Si — Dijo Mark en un suspiro.

— ¿Necesitas que te lleve algo del departamento?

— ¿Podrías?

Claro que sí, amigo — Dijo Yugyeom — Déjame traer un papel para apuntarlo — Hubo un momento de silencio hasta que finalmente Yugyeom regresó — Listo ¿Qué necesitas?

— Un pijama para Jack, su ropa interior y sus medias están en los cajones inferiores del armario y su cepillo de dientes está en el baño. En mi habitación hay una mochila celeste de dinosaurios tal vez lo puedas traer ahí.

— Anotado ¿Algo más?

— Bunny — Susurró Mark, no sabía que tan buena idea era ahora, traer ese peluche al hospital.

— ¿El oso?

— Si, el oso — Solo a Jack se le podría haber ocurrido ponerle bunny a un oso de peluche.

Okay ¿Y para ti? ¿Lo mismo? ¿Pijamas, ropa interior y cepillo de dientes? — Mark parpadeó y se sonrojó un poco.

— Eh.. Ah ...— Balbuceó — Si... Lo que encuentres para mí está bien, de todos modos no es como si yo tuviera mucha ropa.

— De acuerdo, empacaré todo y saldré para allá cuanto antes.

— Gracias Yugyeom

— No es nada Markie, para eso son los amigos. Nos vemos.

Mark colgó y dejó su teléfono en la pequeña mesita de noche para luego recostar sus brazos cruzados sobre la cama. Pasaron cerca de diez minutos mientras el pelirrojo acariciaba con delicadeza la cabeza de su hijo. Simplemente mirándolo y velando sus sueños hasta que el pequeño finalmente despertó de su pequeña siesta.

— ¿Pa? — Susurró Jack abriendo despacio sus ojos

— Hola... — Dijo Mark con una leve sonrisa — ¿Cómo te sientes?

— Me duele mi barriga — Se quejó el pequeño haciéndose una bolita hacia su lado.

— Lo sé — Suspiró Mark.

— Quiero irme a casa... — Dijo el pequeño mientras hacía puchero — Te prometo que si me das una manzanilla me sentiré mejor, papi — Jack jaló y apretó la manga de la camiseta de Mark para llamar su atención mientras lo miraba con sus enormes ojos caramelo y él suspiró otra vez.

— Yo también quiero llevarte a casa, Jack, pero los doctores no van a dejarnos — Mark se sentó en la cama al lado de su hijo. El niño gateó hacia él y se acurrucó en su pecho.

¿Serás Tú? || Markson | Omegaverse ||Where stories live. Discover now