Capítulo 10. Arrepentimiento

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Mark escucho la grave voz del alfa llamándolo. Su cara se tiñó de un rojo escarlata. Su única reacción fue acostarse y cubrirse completamente, hasta la cabeza con la sábana. Sintió los pasos del hombre y su presencia dominante acercándose a él. Aguanto la respiración y apretó los ojos con fuerza. Su corazón parecía querer salirse de su pecho.

- ¿Mark? - Preguntó nuevamente el alfa que se encontraba parado al lado de donde el pelirrojo estaba acostado. Mark no respondió pues no sabía cómo reaccionar. ¿Enojarse? ¿Decir lo siento? Realmente no sabía qué hacer. El omega escuchó un largo suspiro. Jackson se dió media vuelta y salió de la habitación.

Una vez que los pasos se escucharon lo suficientemente lejos, Mark se destapó, dejando ver solo parte de su rostro para comprobar que el contrario se hubiese ido totalmente de la habitación. El pelirrojo liberó el aire que estaba aguantando en su pecho en un suspiro, se destapó e hizo un puchero mientras miraba al techo blanco.

- Quiero ver a mi hijo... - Susurró echándose de lado y cerrando levemente los ojos. Jack era su lugar seguro. El solo ver la carita sonriente de su hijito siempre lo hacía sentir mejor.

Mark se sentó despacito y con cuidado. Miró al lado. En la elegante mesita de noche había un reloj digital enorme se veía bastante moderno. Este marcaba las ocho con quince de la mañana. Tenía que regresar al hospital antes de que Jack despertara. Su mirada fue hacia el baño pero en realidad no se sentía pegajoso ni sucio ahí abajo por lo que dedujo que Jackson se había encargado de asearlo mientras él estaba inconsciente. Cubrió su rostro con sus manos y se aguantó las ganas de gritar. El había estado embarazado y había dado a luz a un bebé, su vientre estaba lleno de estrías y le hacía sentir tan avergonzado que Jackson lo hubiese visto.

Se golpeó las mejillas para olvidarse de eso y se bajó de la cama pisando con cuidado para no hacer tanto ruido. Al pie de la cama, doblada, había una enorme camiseta verde limón y un par de pantalones deportivos negros. Ambos parecían ser cerca de tres tallas más grandes por lo que Mark pensó que probablemente eran de Jackson.

¿Dónde estaría su ropa? Al final como no le quedaba de otra se vistió con esas prendas y luego de tomar una profunda respiración para calmar sus nervios abrió la puerta y salió de la habitación.

El olor de huevos y tocino inundaba el ambiente. Despacito Mark se asomó, mirando hacia la sala y luego a la cocina donde finalmente visualizó a Jackson. Él estaba de espaldas cortando algo en una tabla de picar. Mark a estaba muy, muy, muy avergonzado por todo lo que había sucedido, pero pasar la noche juntos, desayunar juntos, vestir la ropa del castaño. Todas esas cosas, se sentían tan familiares para él que incluso lo hacían sentir nostálgico.

Jackson dió media vuelta encontrándose con la tímida mirada del pelirrojo y sus mejillas sonrojadas. Siempre había pensado que Mark se veía condenadamente lindo y sensual cuando vestía su ropa. Sonrió.

- ¡Despertaste! - Exclamó el castaño echando las frutas que había cortado en un tazón - ¿Quieres desayunar? - Preguntó Jackson sonriéndole - Hice tus favori-

- Debo regresar al hospital - Interrumpió Mark jugando nerviosamente con sus manos.

- Lo sé pero... ¿No tienes hambre?

- No - Dijo el omega pero su estómago dió inmediatamente un gruñido contradiciendolo. Jackson rió bajito mientras Mark se sonrojaba aún más.

- Anda, desayuna un poco. Yo mismo te llevaré al hospital en mi auto después, así que no te preocupes.

Mark frunció los labios, la comida olía deliciosa. Se rindió. Se sentó en el comedor evitando por cualquier medio hacer contacto visual con el alfa. Jackson salió de la cocina y se sentó en el comedor. Le extendió un vaso con jugo de naranja y un plato con huevos revueltos, tocino y tostadas. Si, su desayuno favorito.

¿Serás Tú? || Markson | Omegaverse ||Where stories live. Discover now