Capítulo 16. Agonía

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Yugyeom se acercó a paso apresurado a su amigo y se arrodilló a su lado de la cama. Mark tenía los ojos entrecerrados mientras apretaba los cobertores. El pelinegro despejó su frente, ya un poco sudada, de los mechones pelirrojos y colocó su palma sobre esta. Si, estaba caliente. Del cajón de la mesita de noche sacó un termómetro digital y lo activó. El aparato dió un pitido y lanzó su lectura en la pantallita.

— 37.8 — Dijo el menor frunciendo los labios — Fiebre.

— Odio cuando tienes razón — Se quejó Mark intentando sonreír.

— Es mi don — Dijo Yugyeom casi en un suspiro — Aún no es tan alta. ¿Cómo te sientes?

— No tan mal, pero es porque aún no empieza la peor parte — Mark respiró hondo — Tienen que apresurarse Yug. No sé cuánto pueda intentar resistir.

— Voy a llamar a mis padres y les diré que iré hoy con Jack.

— A todo esto... ¿Dónde está Jack? — Susurró el pelirrojo dando un vistazo alrededor. Su voz sonó un poco temblorosa.

— ¿Papi? — Llamaron a la puerta haciendo que los dos adultos girarán en dirección a ella.

— Hablando del Rey de Roma — Dijo Yugyeom mientras ambos veían a Jack caminar lo más rápido posible para llegar a donde estaban. Se trepó sobre la cama y gateó hasta estar a la altura del rostro del pelirrojo, mirándolo fijamente con sus ojitos llenos de preocupación.

— Jackson Tuan ¿Creo que te dije que te quedarás en la mesa? — Preguntó Yugyeom alzando las cejas y poniendo una mano en la cabeza del niño. Jack giró hacia él e hizo puchero.

— ...Lo siento — Se disculpó bajito. Jack no era de los niños que desobedecían una indicación así como así. Yugyeom sabía y entendía que el pequeñito debía estar preocupado por su padre — ¿Estoy en problemas? — Preguntó poniendo cara de cachorrito triste. El pelinegro sonrió y negó, revolviendo el cabello del niño. Una vez que quitó su mano, Jack regresó inmediatamente su mirada a su padre y colocó su manito en su mejilla. Mark cerró los ojos.

— Jack... — Dijo el pelirrojo. Notando la preocupación en los bonitos ojos color miel de su hijo.

— Papi, estás muy caliente...

Mark asintió y se inclinó hacia el toque de la pequeña palma de la mano de Jack contra su mejilla e intentó sonreír

— Solo es un poco de fiebre — Lo que menos quería era preocuparlo — Voy a estar bien — Intentó convencerlo. Jack no dijo nada, solo asintió — Oye, ¿Sabes? Necesito que me hagas un favor ¿Crees que puedas hacerlo? — El niño asintió nuevamente — Tienes que acompañar a Yugy a la casa de sus padres por unos días — Jack miró al pelinegro y luego regresó la mirada a su papá.

— ¿Pero y tu? ¿Te vas a quedar solito?

— Voy a estar bien — Mark estiró una de sus manos y acarició la mejilla de su hijo — Necesito estar unos días solo — Mark respiró hondo tratando de aguantar la repentina punzada de dolor que sintió en su vientre bajo.

— ¿Solo? ¿Por qué? — Preguntó Jack, bajando la mirada y haciendo puchero. El pelirrojo suspiró y se sentó con un poco de esfuerzo. Sentía la tela de la camiseta rozar sus pezones. Su cuerpo se estaba empezando a poner sensible. Tenía que controlarse.

— Solo serán unos días — Dijo acariciándo su cabeza — Te llamaré cada vez que pueda para que no estés preocupado — Jack frunció el ceño, desvió la mirada y se cruzó de brazos. Mark sonrió levemente y con delicadeza tomó el mentón de su hijo con sus dedos y buscó su mirada — ¿Estas enojado?

¿Serás Tú? || Markson | Omegaverse ||Where stories live. Discover now