Capítulo 28.

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La casa de los Im-Park era enorme, tenía un estilo entre antiguo y moderno. Un jardín exterior y otro interior con una piscina la cual Jack señaló, sorprendido. Mark no pudo evitar sentir cierta nostalgia pues la casa donde había vivido su infancia junto a sus padres era muy parecida. A él hubiera gustado mucho poder criar a Jack ahí, pero lamentablemente no se había podido.

— ¿Son ricos? — Preguntó el pequeño castaño a su padre, en un susurro disimulado.

Bueno, era una familia que definitivamente no tenía ningún problema de dinero, pero Mark no sabía como responderle eso a su hijo

— Yo no diría que ricos — Dijo Jinyoung sonriéndole a Jack — Pero si que tenemos un poco de dinero extra.

El pequeño asintió.

— Papá, ¿Cómo conseguimos dinero extra? — Preguntó el menor fijando su mirada a la de su padre que trató de no reírse.

— ¿Por qué? ¿También quieres un piscina?

— ¡Sip! — Respondió Jack rápidamente — ¡Oh!... Pero nuestro departamento es pequeño. No creo que quepa una piscina.

— ¿Eso crees? — Mark estaba tratando realmente de mantener una expresión neutra y no reírse porque para Jack parecía una conversación bastante seria— ¿Y si la ponemos en el cuarto del tío Yugy? — Bromeó Mark y Jack se echo a reír.

— No entra papá — Dijo el pequeño con obviedad entre risas.

— ¿Estas seguro?

Mientras la conversación seguía Jinyoung los guió desde el recibidor hacia la gigantesca sala de estar. Con ventanales y puertas corredizas de vidrio que daban hacia ambos patios.

— Siéntense donde gusten — Dijo el pelinegro con una sonrisa. Mark asintió y se sentó en uno de los lindos sofás de cuero y Jack lo siguió sentándose a su lado, recostando su carita en su brazo. — ¿Te costó encontrar la dirección? — Preguntó Jinyoung con una enorme sonrisa. Finalmente liberando a su hijo para que este corriera libre y disponiéndose a servir el té con las galletas que estaban en una fuente en el medio de la mesita de centro.

— No... yo... Lo encontramos rápido. De todos modos es la única casa pintada de amarillo en el vecindario — Dijo Mark y Jinyoung se rió.

— Es verdad. Fue Taesung quien escogió el color — El pelinegro sonrió dejando notar las arruguitas al lado de sus ojos — Jaebeom y yo no podíamos decidirnos  sobre el color, así que lo solucionamos colocando las muestras de color a un extremo y a Taesung al otro para que gateara y escogiera una.

— Jaebeom... — Murmuró Mark, tratando de alejar los pensamientos que lo ponían nervioso.

Mientras los adultos conversaban Taesung se acercó hacia Jack y con un poco de dificultad se trepó al sofá y sentó a su lado, mirándolo con curiosidad. Mark observó a su hijo, que miraba al pequeño sin decir ni una palabra mientras parpadeaba con confusión.

— Deberías presentarte, hijo — Dijo Mark pasando un brazo alrededor de los hombros del pequeño en un intento por hacerlo sentir más seguro de si mismo. Jack asintió, pero antes de que pudiera hablar, el más pequeñito lo interrumpió.

— Hola — Dijo el menor buscando la mirada de Jack con sus bonitos ojos — Yo soy Tae

— ¿Tae? — Susurró Jack en tono de pregunta y el pequeñito asintió.

— ¿Tu? — Preguntó Taesung.

— Yo me llamo Jack.

— ¿Cuántos años tienes? — Preguntó nuevamente el pequeño — Yo tengo así — Dijo el niño mientras mostraba dos de sus dedos.

¿Serás Tú? || Markson | Omegaverse ||Where stories live. Discover now