Capítulo 4.

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Eran aproximadamente las seis y media de la noche. El cielo estaba ya oscuro, algo normal para la temporada de invierno. El dolor de abdomen del pequeño Jack no había cesado en ningún momento, por el contrario, se había focalizado únicamente en su lado derecho corroborando aún más las previas sospechas del equipo médico sobre una apendicitis. A pesar de ser un niño chiquito Jack estaba tratando de ser valiente para no preocupar a su papá, eso y también para poder obtener la recompensa de ir al parque de atracciones. Mark trató de explicarle detalladamente sobre la anestesia y la operación lo más que pudo para evitar que el niño se sintiera nervioso o atemorizado y él pareció entenderlo bastante bien.

El reloj marco las ocho de la noche en el momento exacto en el que un enfermero entró con una silla de ruedas a la habitación. "Vengo a llevar al paciente Jackson Tuan a la sala de emergencias" dijo el hombre. En ese momento el único nervioso y atemorizado era Mark, quería aferrarse a su hijo para que no se lo llevaran pero no había forma de evitar que el pequeño fuera sometido a cirugía. Era una circunstancia de vida o muerte. Ayudaron con cuidado a Jack a sentarse en la silla. Yugyeom le dió un fuerte abrazo y un beso en la coronilla

— Nos vemos pronto Jack.

— Nos vemos, tío Yugy — Dijo Jack despidiéndose con su manito, mientras el hombre avanzaba con la silla.

— Estaré en la sala de espera Mark

— Está bien, nos vemos ahí — Sonrió el pelirrojo mientras Yugyeom apretaba su brazo para darle fuerza. Mark salió y caminó detrás de la silla de ruedas junto a su hijo y los enfermeros.

El niño estuvo tranquilo la mayor parte del recorrido hacia la sala de cirugía pero todo cambió cuando llegó el momento en el que Mark tenía que dejarlo marchar solo porque era un área restringida a la que solo podía acceder el personal médico.

— Hasta aquí nomás puede entrar, señor Tuan — Dijo el enfermero que tomó el relevo de la silla de ruedas. Jack giró su cabeza casi al estilo del exorcista mirando a su papá y sus ojitos se llenaron de lágrimas mientras se aferraba a uno de los brazos de su padre. Mark lo entendía. Si para un adulto tener que operarse daba un poco de miedo, para un niño de solo seis años tenía que ser algo aterrador.

— N-no quiero — Sollozó Jack con las lágrimas rodando por sus mejillas — Llévame a casa, papi.

— Jack, hijo... — Mark acarició su cabeza mientras respiraba hondo. Dios, el miedo lo carcomía a él también — No llores...

— Señor Tuan — Dijo el enfermero con voz severa. Mirando su reloj.

— Si, un momento por favor — Mark se arrodilló delante de su hijo y le sostuvo las manos — Jack, mírame, todo va a estar bien. Luego de esto regresaremos a casa e iremos con el tío Yug al parque de diversiones ¿Si?

— Pero no quiero ir solito ahí...

— Yo sé cariño, pero no puedo entrar— Susurró Mark, limpiando las lágrimas de su hijito — Todo va a estar bien hijo, irás con los doctores, no te pasará nadie — El pelirrojo trató de soltar las manitos de Jack, que estrujaban su ropa, sin hacerle daño, mientras los enfermeros lo miraban con cierto disgusto. Tal vez pensaban que el niño era un niño mimado y malcriado haciendo berrinche, cuando simplemente era porque el pequeño tenía miedo. Mark suspiró, realmente no tenía la fuerza para separar a su bebe de él — Jack...

— Mira niño, no eres una nena. Así que suelta a tu papá y deja de llorar — Dijo uno de los enfermeros muy de mala gana y tomó la mano de Jack de manera brusca y la jaló logrando que soltara Mark pero haciéndolo llorar más fuerte. Mark se levantó, apretando los puños y frunciendole el ceño al hombre que se había atrevido a tocar a su hijo.

¿Serás Tú? || Markson | Omegaverse ||Where stories live. Discover now