Capi 3

3K 295 149
                                    

¿Alguna vez has sentido como tu paciencia toca su límite? Roza fuertemente la delgada línea del pacifismo, casi arrojándote con los puños cerrados hacia quien te está molestando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¿Alguna vez has sentido como tu paciencia toca su límite? Roza fuertemente la delgada línea del pacifismo, casi arrojándote con los puños cerrados hacia quien te está molestando.

Eso le pasó a Craig cuando el flash alumbró a sus espaldas. Él se encontraba en el asiento delantero del auto de Token, adormilado cuando sucedió.

Giró hacia atrás observando con escepticismo al castaño que ahora jugaba con el celular como si nada hubiese pasado.

Había decidido ignorarlo, tal vez comenzaba a soñar despierto. Se removió un poco del asiento e intentó cerrar por completo su mochila deportiva. Al llevar los dedos a la cremallera, sintió la suavidad del peluche que había olvidado que también recogió.

Apenas abrió los ojos para verlo, sintiendo levemente como la vena de su frente palpitaba por esos ojos de botón. Era frustrante tenerlo sin saber quién lo hizo y como descubrió como era su mascota por completo. Es decir, tiene todas sus manchas en los lugares correctos, se veía muy bien hecho y de materiales de buena calidad.

Quién sea que lo hizo, debía admitir que era talentoso, pero eso no reducía la inquietud que se plantaba en su pecho. Le dio un vistazo rápido y después giró hacia la ventana abierta. Apretó el peluche con la mano, viendo como las casas pasaban rápidamente.

Entonces lentamente comenzó a retirar el cuyo de su bolsa, acercándose poco a poco a la ventana del auto en movimiento. Le dio un último vistazo, ¿Por qué tenía que lucir tan parecido a Stripe? Apretó los dientes con enojo retrocediendo la mano que sostenía al afelpado.

Después lo arrojó a su mochila de vuelta, cerrando la ventana por completo y aferrándose a su tela aterciopelada.

Era tan parecido a Stripe que no podía deshacerse de él.

Luego de un rato el auto se detuvo frente a su casa. Ya que aún quedaba algo de tiempo aprovecharían para acabar con la tarea.

Craig fue el primero en entrar, llevando su bolsón hacia su habitación para mantenerla segura, sabiendo que si se quedaba con los otros terminaría por perder todas sus pertenencias.

—Yo pido el control para la primera partida —dijo Clyde pasando al lado de Tricia y arrojándose al sofá.

—Olvídalo, no venimos a jugar, venimos a terminar el proyecto de física —le contestó Token desde la cocina.

Escuchando todo desde el pasillo, Craig se detuvo al lado de su hermana que ahora se dirigía a su habitación a encerrarse.

—Pedí pizza, cuando llegue sal a buscar, Tricia —El pelinegro revolvió los cabellos pelirrojos cuando pasó a su lado y ella como respuesta le sacó el dedo medio. Él se lo devolvió por costumbre.

Casi arrastrándose, Clyde llegó a la cocina y arrojó su mochila a la mesa, observando como todas sus cosas salían volando.

—¡Ah, solo esto faltaba! —se quejó sin moverse y solo observando sus libretas esparcidas en el suelo. Después escondió su rostro entre los brazos con cansancio.

Sonríeme a MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora