Capi 16

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¿Qué tan raro es que tu amor platónico esté vomitando a tu lado? Porque la reunión que empezó tranquila, se descontroló

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¿Qué tan raro es que tu amor platónico esté vomitando a tu lado? Porque la reunión que empezó tranquila, se descontroló.

Ese es el caso de Tweek, que en ese punto era uno de los pocos que se mantenían sobrios.

Red y Bebe se encontraban riendo mientras sostenían sus vasos casi vacíos, y Clyde ya se hallaba durmiendo. Token, quién era el encargado de conducir, se fue a llevar a Nichole y Jimmy a su casa después de la medianoche.

Luego estaban Tweek y Craig, quienes se hallaban afuera, pues Craig tuvo ganas de vomitar después de muchas, muchas copas de alcohol.

El rubio no podía evitar arrugar la cara al escuchar las arcadas que hacía Craig mientras vomitaba. Solo se limitaba a darle palmadas en la espalda intentando imaginar que ese momento era mágico y perfecto, a pesar del olor de vómito o la imagen del chico que adora, torcido y viendo al suelo.

Resultó que, después de la plática que tuvo con Red, Craig comenzó a hablar más, con el único propósito de pelear con su prima.

Tweek decidió que era algo normal entre primos, no le dio mucha importancia.

Pero después, cuando Red y Craig se separaron, el pelinegro comenzó a pedir botella tras botella de alcohol; luego comenzó a discutir con el mesero y la pelea terminó llegando con el supervisor del restaurante.

Estuvieron tentados a sacar a Craig del lugar sino fuera por la divina intervención de Token.

Desde esa noche, a Tweek le empezó a agradar demasiado el afroamericano.

Craig dejó de producir arcadas y se tambaleó hacia atrás, haciendo retroceder también a Tweek que estaba a una salpicada más de vomitar. El rubio fortaleció su agarre al sentir a Craig moviéndose de un lado a otro, se dedicó a mirarlo fijamente mientras este intentaba caminar por su propia cuenta y se apoyaba lo menos que pudiera de él.

Tenía la cara enojada y roja, como si odiara demostrar debilidad. Tweek amaba verlo así, aunque a Craig no le gustara mostrar esa faceta suya.

Fue un instante perdido en sus pensamientos, suficiente para que Craig se arrebatara de sus manos y apresurara su paso.

- ¡Gah! ¿C-Craig?

El mencionado ni siquiera se volteó a verlo.

- Puedo caminar solo, no necesito un niñero.

- Ngh, no soy un niñero, soy tu amigo.

- ¡¿Amigo?!- Exclamó, girando a verlo, y al instante bajó la mirada con pena.- Cierto, somos amigos, ¿No?

Tweek apretó sus labios de la sorpresa. Desvío la mirada pero se aferró al brazo del más alto. Sus dedos temblaron alrededor de la manga azul al sentir su temperatura cálida.

En ese momento, el olor a vómito no importaba.

Craig se tambaleó hasta una pared y apoyó su espalda contra ella. Cuando se sentó en el suelo, solo pudo suspirar mientras despeinada su cabello más de lo que ya estaba. Tweek se mantuvo frente a él, solo observando al chico que le gustaba mientras podía.

Sonríeme a MiWhere stories live. Discover now