Capi 14

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¿Qué tan raro es que te vaya tan bien con tu amor platónico? Es decir, pasar de ser un cero a la izquierda a ser uno de sus amigos

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¿Qué tan raro es que te vaya tan bien con tu amor platónico? Es decir, pasar de ser un cero a la izquierda a ser uno de sus amigos.

Ese es el caso de Tweek, que pasó de acosarlo de lejos a hablar con él casi todos los días.

Después de la noche donde tuvieron su mágica cita, Tweek y Craig compartieron pequeños encuentros y pláticas triviales cuando se cruzaban en la escuela por el resto de la semana. Para Tweek, era un gran avance.

Si se imaginaba a sí mismo semanas atrás, nada de eso sería posible. Hasta pensaría que era una broma, pero ahora ahí estaba él, sentado en una de las primeras gradas cercanas al campo. Tweek se hubiese sentado en la misma grada de siempre, en lo más alto y lo más lejano que pudiese, pero Craig lo vio y le invitó a sentarse hasta abajo, casi en frente de él.

Ya no arriba como días anteriores, ahora a su altura y tan cerca de él, que no se sorprendería si en cualquier momento abría los ojos y se percataba que todo fue un dulce sueño.

Tweek juntó ambas manos para llevarlas hacia arriba en forma de puños en un momento de admiración al verlo batear. El golpe fue tan limpio y preciso, uno solo fue suficiente para que la pelota se alejara con velocidad.

Si no fuera porque las chicas gritaban más alto que él, su animación hubiese sido la protagonista.

Todo se veía tan distinto desde las gradas bajas. Claro que atraía más la atención al estar ahí, pero podía ver a Craig con más detalle.

El azabache sentía la mirada de Tweek clavada en él, pero al no saber que hacer si topaba su vista con la de él, decidió pasarlo por alto. Ya se había acostumbrado a ser mirado siempre, pero con Tweek era diferente; ese chico lo hacía sentir desnudo.

La tarde se basó en eso, en Tweek babeando por Craig, y en Craig sintiéndose acosado.

El entrenamiento acabó, y el pelinegro caminó hacia el nervioso chico que comenzó a temblar al verlo aproximarse, no pudo evitar fruncir el ceño.

Pero había algo que solo Tweek podía ver en ocasiones como esas. A pesar de parecer enojado, los ojos de Craig se dilataron notoriamente. Eso permitió que el rubio no se sintiera como un trozo de basura.

— ¿Sabes? Hoy iba a reunirme con Clyde, Token y Jimmy a comer en La Taco y me preguntaba si querías venir.

Ante eso, sus pies se impulsaron solos haciendo que se levante de las gradas, y al morirse de la vergüenza, decidió dar una respuesta negativa para no verse tan desesperado.

Pero cuando sus ojos se enfocaron en sus mejillas levemente sonrojadas, las palabras salieron solas de sus labios.

— ¡Si es contigo está bien!— En seguida se arrepintió de lo que dijo. Su cara se tornó roja y ante tal atrevimiento sujetó sus cabellos entre las manos con fuerza.— ¡Gah! ¡C-comer, yo amo comer, yo como de todo! ¡S-si es comer está bien! ¡N-no es como si quisiera comerte a ti... C-comer contigo!

Sonríeme a MiDove le storie prendono vita. Scoprilo ora