Craig era su amor platónico y nunca imaginó poder hablar con él. Pero diversas circunstancias unieron sus caminos.
Ahora Tweek ya no tendría que mirarlo de lejos.
Los personajes no me pertenecen, esto es simplemente un fic hecho por una fan para fa...
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¿Qué tan raro es que el destino te una al amor de tu vida? Es decir, que varios acontecimientos te terminen encerrando en los vestidores con el chico que roba tus suspiros.
Ese es el caso de Tweek, que tenía a Craig desnudo desde la cabeza hasta la cintura.
Tweek había cumplido sus clases con naturalidad, haciendo lo que siempre acostumbraba a hacer. Había observado con detenimiento al azabache intentando dar con la razón de su alejamiento. Lo estaban evitando después del choque que tuvieron aquel día. Ni siquiera volvió a mandarle un mensaje, la interacción cesó.
Entonces supuso que no salió nunca de su zona de observador, tal vez a eso estaba destinado ser.
Ese día le tocaba deportes. Tweek había elegido baloncesto porque consideró que era el menos pesado. Para su mala suerte, ese día le tocó jugar.
Esa era la última hora que le tocaba ese día, después solo se ducharía e iría a ver a Craig en medio de su entrenamiento. Tweek salió de la cancha hacia su casillero de ropa y caminó hacia los baños del gimnasio.
—¡Alto!—Vociferó Butters asomado por la puerta.—Los baños aquí están llenos. Ve a otro.
—¡¿Qué?! P-pero el más cercano es el del piso de abajo.
—Pues ve ahí. Aquí no te podrás duchar en un buen rato.
—Debe ser una broma.
Con eso, Tweek bajó apresurado temiendo encontrar lleno ese baño también. Y su mayor temor se cumplió cuando observó a todos los integrantes del equipo de béisbol adentro.
—¡Tweek! ¿Qué haces aquí?
Clyde asomó su cabeza hacia donde estaba el tembloroso rubio.
—¿P-por que hay gente aquí? ¿Qué está pasando?
—El entrenamiento terminó temprano hoy. Nos vamos ya.
—Vine a darme una ducha.—Reveló mirando a su alrededor.
Clyde imitó su acción buscando algún baño vacío, y cuando dio con uno lo empujó hacia ahí.
—Apresurate.—Dijo antes de encerrarlo ahí.
Tweek titubeó unos segundos antes de comenzar a desnudarse. Se metió al agua con prisa. Seguramente Clyde lo estaba esperando, pero el ruido de afuera cesó después de un aviso.
Aceleró su baño temiendo que todos hayan huído de un ataque armado, tal vez los demás lograron escapar y el asesino estaba afuera en los vestidores buscando algún sonido para matar, y Tweek era ese sonido.
Se vistió y salió corriendo hacia la puerta mirando su alrededor vacío. Tomó las agarraderas y empujó con fuerza intentando abrir. Ningún resultado.
—¡Alguien que me ayude!—Gritó esperando que alguien lo escuché afuera, golpeando las puertas con las manos.—¡El asesino viene por mi!
Su corazón empezó a latir con fuerza conforme pasaban los minutos, sus oídos se taparon y su estómago se revolvió. Detrás podía sentir la presencia de alguien, pero el miedo le impedía voltearse y solo lograba golpear y empujar las puertas con más fuerza.
