CAPÍTULO 1

1K 56 5
                                    

Encantía, 1757

—Princesa, sus majestades la esperan en la biblioteca para un asunto urgente—la voz de Baileywick acompañado de unos golpecitos en la puerta interrumpen mi lectura de media tarde. Artículo un "adelante", tan pronto deja de hablar.

—¿Qué asunto?—cuestiono al verlo entrar. Luce nervioso así que deduzco que no me dirá nada, aunque sospecho que no lo sabe.

—Solo sé que sus padres también esperan a sus hermanos—antes de siquiera cuestionar aquella afirmación lo veo alejarse con paso apresurado hacia la salida.

Papá y mamá nunca son tan misteriosos, y si quieren vernos a los tres significa que es algo importante.

Sin perder más tiempo dejó de lado el libro en mis manos y me dirijo a la biblioteca, cuando entro mis hermanos ya se encuentran ahí. Amber toma mi mano con preocupación, mientras que James, bueno él...está distraído igual que siempre.

Finalmente papá decide hablar y terminar con la burbuja de misterio.

—Deben preguntarse por qué los hemos llamado—empieza, mientras se pasea por toda la habitación—bueno, como saben están próximos a graduarse de sus respectivas facultades reales y sin duda el siguiente nivel de su educación es de suma importancia para que puedan desarrollar su potencial real—nos limitamos a asentir siguiéndolo con la mirada para no dar la impresión de que no entendemos su propósito. Él no parece recaer en nosotros y continúa diciendo—Su madre y yo estuvimos meditando bastante este asunto, y creemos que lo mejor para ustedes es ingresar al Sarah Lawrence College.

—¿Y eso es exactamente dónde?—Amber interrumpe el discurso con una pregunta muy acertada a mi parecer.

—Está en Camelot, querida—He escuchado de ese lugar antes, mejor dicho, he leído sobre él en algún libro de la biblioteca del palacio. Lo describen como un reino sumamente desarrollado; en los textos lo elogian por la educación y las oportunidades a las que tienen acceso su población, aunque lo rescatable es la distancia; está muy lejos de Encantia.

—Sofía, Sofía—Siento el zarandeo cortesía de James, para hacerme reaccionar—¿En qué tanto piensas?

—Lo lamento, estaba divagando sobre el nuevo colegio.

—Perfecto—mi padre dice emocionado—es una escuela magnífica y el rey de Camelot es un hombre muy amable, lo conocí cuando cursábamos la escuela juntos.

—Pero papi, eso es muy lejos de aquí, demasiado y me niego a ir—Amber opta por un tono decidido, algo característico en ella.

La expresión de mi padre tambalea por un momento. Se acerca a ella y se pone a su altura, le toma de las manos con delicadeza.

—Mi querida, hija, si quieres ser una gran reina algún día, tendrás que hacer este sacrificio ahora—el rostro de Amber cambia por completo, transformándolo en uno más melancólico—James será un gran duque al igual que Sofía una duquesa, y es mi deseo que todos mis hijos se preparen de la mejor manera. Quiero que se apoyen para llevar lo mejor posible a este reino, ¿Lo harás por mí?

Mi hermana titubea por un momento, pero ni siquiera yo me negaría.

—De acuerdo, lo haré si es lo que se necesita—mi padre deposita un beso en la sien de Amber y luego me da uno a mí. Estrecha a los tres en su dorso y mi madre se nos une con alegría.

—James, Sofía, ¿tienen alguna objeción?—pregunta después de separarnos.

—Por mí no hay problema, papá; seré un excelente caballero de igual forma—contesta James con rapidez.

DAYLIGHT | 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora